miércoles, 31 de octubre de 2018

22. El nombre de Famorca

22. El nombre de Famorca

EL NOMBRE DE FAMORCA

No se conoce con exactitud el origen de este nombre. Ernesto Hurtado, sin embargo, opina que el nombre viene del latín “amurca”, que significa “hez del aceite”, y que la “f” no es etimológica, sino añadida. Otra hipótesis de este mismo autor es que derive del mallorquín, por corrupción de “sa morca”, refiriéndose al alpechín o hez del aceite, pero esto no puede ser así, ya que el pueblo se llamaba así antes de la repoblación mallorquina.

Siguiendo las teorías de Román del Cerro en “El desciframiento de la lengua ibérica”, podríamos pensar que el nombre tal vez viniera de “mur-kar”, que significa “roca cónica”, y que se referiría a alguna roca de esa forma de las cercanías.

Corominas (Joan Coromines), en su libro “Estudis”, incluye el nombre en la lista de voces geográficas mozárabes. En su libro “Onomasticon Cataloniae”, hace un estudio muy detallado sobre la etimología del nombre “famorca”.

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Una primera teoría de Corominas dice: “Fageca está situado en un llano de una sequedad impresionante, en terreno arcilloso y polvoriento; en Famorca, más aguas abajo, ya hay fuentes abundantes. En base a esto, podemos construir una etimología combinada postulando dos etimologías románicas en contraste: “Fonte Sicca” y “Fonte Mŭcĭda”, recordando que se ha admitido esta etimología para el francés “moite” = “húmedo”. La evolución fonética de Fonte Sicca pasando por Fontšeka, Fontčeka, nos llevaría naturalmente a fonğeka, porque el árabe no tiene “c” y la cambia a “g”. Haría falta entonces admitir que “fonğeka” había sido remodelado en “fağeca” para adaptarlo al sistema morfológico del árabe, que casi no tiene más que raíces triconsonánticas; y el esquema “fağğãk” responde a uno de los tipos más corrientes de la lengua, (el de los adjetivos intensivos).”

Continúa: “Para Famorca, sin embargo, tengo graves escrúpulos; a parte de aquella etimología, inspirada por la forma de aquel nombre francés, nada se encuentra en otras lenguas románicas; y hasta admitiendo “mucida” por la evolución fonética en “morca”, habríamos de pensar en una metátesis a “mudica”; pero ni eso nos llevaría directamente a “morca”, fuera de un supuesto muy forzado, bastante inverosímil”.

Continúa: “Eliminado esto, ¿encontraríamos un sustituto? ¿Quizá el nombre catalán “morques”, que juega con aquel tópico dicho? Sin embargo a “font-morca” le faltaría un enlace sintáctico. No solamente esto nos induce a renunciar a esta etimología binaria de los dos nombres, porque reconocemos que también la de Fageca “Fonte Sicca”, exigía combinaciones muy complicadas, bastante forzadas. Y el hecho es que nos cuesta desligar los dos nombres etimológicamente (por más que sea contra el concepto popular y contra ciertas apariencias), espero que mirándolo bien podramos encontrar sendas etimologías razonables”.

Continúa: “Tratándose de una zona próxima ya a las costas africanas, hemos de contar con algún enlace con el berebere. Justamente la estructura de “famorca”, recuerda la de palabras y nombres como “taforma” y “tadorna” y otros berberismos, y en particular la de algunos neologismos bien próximos a este valle (“Taforna” en Callosa d´en Sarriá”, “Tauenga” en Onil, y Çamorca o Somorca entre Dosaigües y Montroi) de soprendente parecido con el nuestro, y el monte “Tafermatx”, derivado de aquella “taforma”, se encuentra siete kilómetros al sur de Famorca”.

En el caso de Famorca, a pesar de lo dicho antes de las raíces mozárabes, Corominas acaba diciendo: que se trata de un nombre formado con el árabe común “fumm” (o “fum”) que quiere decir “agujero, abertura, boca”, refiriéndose a la embocadura del río Jalón, y “múrqî”, que significa “acuoso, líquido”. Luego por deformación hispanoárabe, trasladaban el acento a la penúltima sílaba, y resultaba “múrqi”. De aquí obtendríamos que “fum múrqi” significaría “abertura del líquido” o algo parecido.

En pueblos que no están muy lejanos vemos palabras relacionadas con el nombre de Famorca: así nos encontramos con Mas de la Morquera, tanto en Planes como en Villalonga, y Morquí en el término de Terrateig (cerca de Villalonga).

Otra cosa curiosa es que en Filipinas y Nueva Zelanda, y algún caso en Estados Unidos, hay bastantes personas que se apellidan Famorca.

En Alicante capital hay una calle, cerca de la Residencia Sanitaria, que se llama Famorca. En Cocentaina, hace unos veinte años, también le pusieron el nombre de Famorca a una de sus calles.

Rafael Escobar en “Les veus de la Vall”, imagina que un tal Ibn Moussa, tintorero de la Vila de Muro escribía sus memorias, y, hablando de Famorca decía: “....entre les muntanyes de la Serrella i d´al-Faro, allí on s´assenta l´aldea de les Morques...”

En 2020, Gonzalo Mateo Sanz, en su libro "Topónimos y apellidos españoles de origen ibérico o pre-latino" señala un origen íbero o preromano al topónimo de "famorca". Vendría de "ama orkaz" que significaría: "arroyo de los chivos" o "meseta de los chivos". 

FAMORCHA, FAMORQUA, FAMERCA

En el Censo de 1667, aparece el nombre de "Famorcha" en vez de Famorca:

https://www.raicesreinovalencia.com/sala/censos/manuscritos/1667/famorca.pdf

En todos documentos antiguos aparece el nombre de Famorca como el actual, excepto en el anterior y en uno de la iglesia de Balones de 1528 que cita Salvá y Ballester (“Los moriscos valencianos en 1527 y 1528”. Castellón. 1935), en que aparece “Famorqua” y otro de 1638, que en un testamento hecho en Mallorca, Antoni Vives y Margalida Monjo nombran procurador a su hijo Juan: “ausente y habitante del Reino de Valencia en el llogaret dit Famerca, en la Vall de Xeta”. (MAS, A. y MONJO, J. Ll. “Per poblar lo Regne de Valentia. L´emigració mallorquina al País Valencià”. Mallorca, 2002)

FAMORCA EN GABRIEL MIRÓ

“La palabra no sería deliciosa si no significase una calidad. Y estos nombres rurales en boca de sus gentes dejan un sabor de fruta, que emite la de todo el árbol con sus raíces y su pellón de tierra, y el aire, y el sol y el agua que lo tocan y calan; fruta que, aunque la lleven otros terrenos, no es como la del frutal propio. Allí, sólo allí se puede pronunciar íntegramente el nombre de cada pueblo. Fonética valenciana de Alicante. El valenciano de estos nombres se ha quedado recogido y apretado en ellos como su sangre, y en los campos del contorno, como su geología. Es tan suyo, que los lugareños quieren hablar con el forastero en castellano, traducido rígidamente, para no desjugar y desvalorizar su lengua. Lengua suya, por complacencia posesiva, genealógica y de densidad por ser suya y ser como fue siempre, correspondiendo a su vida y a su paisaje. Si, por ejemplo, se pronuncia Famorca con la «o» cerrada y breve de Castilla, Famorca no significa más de una noticia de diccionario geográfico. Pero con la «o» grande, rotunda, la «o» exacta y verdaderamente central y valenciana, Famorca adquiere una legítima arquitectura silábica, y con ella una plasticidad topográfica y agraria; de manera que si llegásemos delante de Famorca, oyendo esa palabra prorrumpiría en nosotros la evidencia de que ese pueblo sólo así puede llamarse y pronunciarse.

Demasiado sabe Sigüenza que lo que va diciéndose del placer de los nombres comarca nos es acientífico y todo; pero ese placer no es sólo acústico, sino que se esparce a muy nobles sentidos, penetrando en la conciencia del lenguaje. Lo que pensó de Famorca puede derivarlo de todos los pueblos suyos, y según los nombra siente un contacto humano con los primeros que los nombraron, con los que criaron allí un vínculo antropológico, que le emociona como si echara raíz en lo profundo de la tierra más vieja de esos lugares. Alcalalí, sin pensar en las etimologías, Alcalalí, pequeñito y agudo como un esquilón. Agres, umbrío y ermitaño. Ya junta la imagen con la palabra, cumpliéndose en sí mismo que sus nombres, como los de los dioses para Platón, aunque no los comprendamos, son sin duda, “la exacta expresión de la verdad”. (MIRÓ, Gabriel – Años y leguas, 1928)

EL TEXTO DE COROMINES

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NUEVAS TEORÍAS

Josep Torró i Abad, dentro de lo dudoso de la etimología del nombre, apunta a que los nombres de Fageca y Famorca estarían relacionados con el concepto de estrechura del valle, algo parecido a "donde se estrecha el valle".

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