miércoles, 31 de octubre de 2018

50. Citas de Famorca


50. CITAS QUE SE HACEN DE FAMORCA


1. Grabado de Gastón Castelló, publicado en el Diario Información de 9 de marzo de 1958



2. El Imparcial. 7 de diciembre de 1930. (Sarthou) 


3. Descripción actual de Famorca.

“Es el pueblo más oriental del valle ya en la salida de éste hacia la Marina Alta. Se encuentra encajonada entre las sierras Alfaro y Serrella, en cuya zona de sombra se encuentra enclavado el pueblo. En tiempos antiguos era productora de hielo que se producía en las zonas frías de la Serrella. La Iglesia de San Cayetano, patrón de la localidad, se construyó a finales del siglo XVII y fue reconstruida en 1912. El primer fin de semana de agosto se celebran las Fiestas Mayores en honor a San Cayetano. El viernes anterior a la Semana Santa se celebra fiestas en honor a Ntra. Sra. de los Dolores. Se puede ascender por la Sierra Serrella, por la Mallá del Llop, hasta el Pla de la Casa o el "Castell de Serrella" a través del "coll i barranc de la Canal". También se puede ir "als corrals de la Cova" o la "Font de l'Anouer". Para comer en Bar Casa Pura (96 551 80 31)”.


4. Descripción actual de Famorca.

“Famorca es un pueblo que se halla en el interior de la montaña alicantina. Esta localidad era famosa en tiempos por ser punto de partida de expediciones muleras cargada con nieve y destinadas a surtir de la misma a las calurosas poblaciones de la costa. El pueblo, al que se accede cruzando un vetusto puente, está adosado a la frondosa Sierra Serrella a la cual se pueden realizar varias excursiones. 
Pueblo pequeño de calles empinadas y rodeado de zonas abancaladas de almendro y olivo -única economía local- va quedando poco a poco despoblado de sus habitantes más jóvenes. No obstante guarda tesoros muy cuidados como la Iglesia de San Cayetano que conserva un vetusto y original reloj.
La Iglesia de San Cayetano, patrón de la localidad, se construyó a finales del siglo XVII y fue reconstruida en 1912”.


5. Descripción actual de Famorca.

“Famorca es un pueblo que cuenta con 73 habitantes que se haya en el interior de la montaña alicantina. Esta localidad era famosa en tiempos por ser punto de partida de expediciones muleras cargada con nieve y destinadas a surtir de la misma a las calurosas poblaciones de la costa. El pueblo, al que se accede cruzando un vetusto puente, está adosado a la frondosa Sierra Serrella a la cual se pueden realizar varias excursiones. Pueblo pequeño de calles empinadas y rodeado de zonas abancaladas de almendro y olivo -única economía local- va quedando poco a poco despoblado de sus habitantes más jóvenes. No obstante guarda tesoros muy cuidados como la Iglesia de San Cayetano que conserva un vetusto y original reloj”.


6. Descripción actual de Famorca.

“Famorca es una localidad y un municipio de la Comunidad Valenciana. Está situado en la provincia de Alicante, en la comarca de El Comtat. Contaba con una población censada de 57 habitantes en 2017.

El municipio de Famorca, de 10 km2, se ubica en la Vall de Seta, en la cuenca alta del río Gorgos. Limita con Tolllos, Castell de Castells, Fageca, Confrides y Beniardá.

Antiguamente era famosa por ser el punto desde el que partían las reatas de mulas cargadas de nieve, destinada a proveer de hielo las poblaciones costeras”.

“Famorca es un municipio tranquilo, de calles empinadas, rodeado de bancales de olivos y almendros. Podemos visitar la pequeña iglesia de San Cayetano. El pueblo está adosado a la Serrella, punto de partida de muchas excursiones, desde donde podemos subir hasta la Font de l´Anouer o hasta la Mallá del Llop.”

“Las fiestas patronales, en honor de San cayetano, son el primer fin de semana de agosto; el jueves anterior a Semana Santa se celebra la Virgen de los Dolores”.

“Los grabados y pinturas rupestres hallados en el barranco de la Fita dan fe de la antigüedad del poblamiento humano en el término de Famorca.​ El núcleo de población actual debe datar de época musulmana, aunque el étimo del topónimo se desconoce.​ Tras la conquista cristiana (mediados del siglo XIII), pasó a formar parte de la baronía de Guadalest que se le concedió a Huc de Cardona. Pasó, por herencia materna, al biznieto de este, Sancho de Cardona, almirante de Aragón, que obtuvo el título del marqués del mismo nombre en 1542. Posteriormente pasó a los Palafox, marqueses de Ariza, y a los Arteaga, duques del Infantado. Estuvo habitado por musulmanes hasta su cristianización forzosa y contaba con 26 hogares en 1602 (unos 117 habitantes). Tras la expulsión de los moriscos (1609), se repobló con familias de mallorquines, si bien en 1646 solo había 7 casas habitadas (unos 32 habitantes).​ El lugar era conocido en el siglo XIX por las expediciones en mulas cargadas de nieve que salían de la sierra hacia la costa. En el Diccionario de Madoz (1845-1850) aparece la siguiente descripción de Famorca y su término: “Lugar con ayuntamiento en la provincia de Alicante (10 leguas) [...]. Situado casi en el centro del valle de Ceta [...]; su clima es frío y seco. Tiene 40 casas de pobre aspecto, y una iglesia dedicada a San Cayetano, aneja de la parroquia de Facheca. [...] En su radio se encuentran algunos montes poblados solo de matas bajas. El terreno es áspero aunque no enteramente estéril, pues se crían en él viñedos, buenos sembrados y algunos olivos [...] Los caminos son escabrosos. [...] Produce trigo, escanda, vino, aceite y legumbres; sostiene poco ganado lanar y cabrío, y caza de perdices. Industria: la agrícola. Población: 45 vecinos, 204 almas”. 

(WIKIPEDIA)

(Nota: Es el viernes anterior a Semana Santa cuando se celebra la Virgen de los Dolores. La fuente que hay en Serrella se le conoce por Font de la Noguer, aunque sea una incorrección en valenciano).


7. Descripción actual de Famorca.

“Al igual que los demás pueblos que sirven de acceso al canal de Serrella, Famorca presenta una pintoresca arquitectura. En su término se encuentran ejemplos de corrales tradicionales, muestra del duro trabajo que históricamente se realizaba en estas tierras. También la espeleología tiene en el Avenc de Famorca un interesante reto que nos lleva a las entrañas de la Serrella. La Mallá del Llop, también en esta montaña, es un lugar tradicionalmente visitado. En su pequeño casco urbano, destaca la iglesia de San Cayetano, y muy cerca de éste, la Font de l´Anouer sirve para encontrar la tranquilidad y lo necesario para el recreo al aire libre. En los campos abancalados de Famorca se trabaja sobre todo el almendro y el olivo. Los platos típicos de Famorca son el “arròs amb conill i penques” y la “borra amb melva i bacallar”.

“Fiestas: Nuestra Señora de los Dolores (Viernes de Pasión. Viernes anterior a Semana Santa) y San Cayetano (Primer fin de semana de agosto)” .

(“Caminos del Comtat”. Caja de Ahorros del Mediterráneo. Alicante. 2000)

(Nota: Cuando escribe Font de l´Anouer debería escribir Font dels Noguerets, que es un área recreativa que se encuentra en las afueras del pueblo).


8. Descripción actual de Famorca. (Joan Seguí)

“Para pueblos como Famorca, Quatretondeta y Fageca, el pasado reciente vive casi siempre enraizado en la memoria de sus mayores, rara vez en libros de historia o relatos de cronistas. La selección de fotografías que aquí se presenta no pretende rellenar ese vacío, sino más bien reforzar el conocimiento de ese pasado mostrando las imágenes de la memoria de unos a la curiosidad de otros (…) Las fotografías son aquí ventanas donde asomarse para sorprenderse. En ellas, el fotógrafo, casi siempre anónimo y ambulante, captó una imagen más singular que cotidiana de la realidad de estos pueblos, pero no por ello menos interesante, menos llena de contenido. La mayoría de las imágenes fueron tomadas entre 1925 y los inicios de la década de los cincuenta, una etapa de importantes cambios en el ámbito social y político del Estado que sin embargo no alteraron muy profundamente el día a día de las gentes de Famorca, Quatretondeta y Fageca.

Aunque singular, la temática de las imágenes de esta Memoria Gráfica refleja diversos aspectos. Por una parte, detalles de la religión, tan presente en la psicología personal y colectiva de los pueblos. Procesiones y misas salpicaban los días festivos como aún hoy lo siguen haciendo, y esas eran sin duda fechas propicias para la presencia de un fotógrafo. Por otra, banda de música, grupo de teatro, partidas de pelota, todo ello deja entrever una actividad cultural y de ocio reflejo de unos pueblos más llenos de gente, más bulliciosos. Hay también espacio para la mujer, para la más tradicional con su luto ineludible, y para la más joven, que empezó a vivir lentamente un cambio significativo en su papel social. Así mismo se sugiere como con un guiño, una mirada a la evolución del “aspecto” de calles y fachadas, de la iglesia (…) Quizá estas fotografías nos sirvan para reforzar el nexo con el pasado reciente de nuestros pueblos, un pasado no tan distante en el tiempo pero cuyas imágenes a menudo nos parecen, al menos a los que no lo vivimos, sorprendentemente lejanas”.

(JOAN SEGUÍ - “Memoria gráfica de l´Alcoià, el Comtat y la Foia de Castilla”. Diario Información. Alcoy.1998)

(En este mismo libro aparecen dos fotografías antiguas de Famorca: una del Rosario de las Chicas, cuando salían de la iglesia y otra de la Procesión del Corpus.


9. Joan Seguí. "Terres del secà i la muntanya valenciana" (2013)




10. Joan Castelló, S.XVIII. “Descripción del Reino de Valencia por Corregimientos”

"Sobre el monte Serrella se hallan dos pueblos; el primero es Facheca con 20 vecinos, dista de Cocentaina 3 leguas y 4 de Alcoy (...) a media legua de Facheca, tres y media de Alcoy, también sobre el monte Serrella, tiene su asiento Famorca, con 15 vecinos; beven de fuentes y de ellas riegan sus huertas, en las que como en los secanos se coge lo mismo que en los demás pueblos del valle (de Alcoy), en todos ellos hay copia de pastos y crían porción de ganado lanar y cabrío"




11. Laurence Echard, 1795 "Diccionario Geográfico Universal"



12. Cavanilles. 1795.

Cavanilles, en 1795, en sus “Observaciones sobre la historia natural, geografía, agricultura, población y frutos del reino de Valencia”, al hablar del valle de Seta, en la página 208 del Tomo II dice:

"108. Caminando hacia levante se atraviesan lomas y barrancos por espacio de media hora hasta Balones, pueblo el más oriental del valle de Ceta, donde moran 60 vecinos. Hállase a bastante altura en las faldas meridionales de Almodayna, en cuyas raíces, una hora más al oriente está Benimasot, de igual vecindario, y más allá como media hora, Tollos, de 40 familias. Casi enfrente de Tollos entre el Faro y Serrella está Fageca, con 50 vecinos, al cual se sigue hacia levante Famorca, que es el pueblo más oriental y el más miserable del valle: consta de 30 familias, que viven en chozas infelices, con pocos frutos para subsistir, sin comodidad alguna, sin aseo: lo qual es común en aquellos pueblos, tanto que no parecen valencianos. Desgraciado el que por ellos viaja sin llevar cuanto necesita para el sustento y descanso, pero más desgraciados los tristes colonos que trabajan, sudan y recogen los frutos para un cortísimo número de ricos, dueños del valle. De ahí el apocarse de las familias de Fageca y Famorca, a pesar de su extrema sobriedad, de la salubridad de la atmósfera, de la pureza y abundancia de aguas. Son a la verdad destempladas las faldas septentrionales de Serrella, por la altura del monte, cubierto de nieve muchos meses, mas no estériles, pues hay en ellas viñedos, sembrados y algunos olivos. En las faldas occidentales hay otro pueblo de 60 vecinos, llamado Cuatretondeta, cuyas casas se hallan en los barrancos que allí forman los cerros. Dichos seis pueblos pertenecen al valle, y la suma de frutos que recogen se reduce a 450 cahíces de trigo, 360 de mixturas, 100 de maíz, 16.000 cántaros de vino y 1200 arrobas de aceite quando acierta la cosecha: seda y algarroba no se conocen allí. Con esta poquedad han de subsistir aquellos infelices y pagar las cargas de vecino y los arriendos”.

(Cuando nombra Balones, como el pueblo más oriental del Valle, se debe de tratar de un error, y querría decir el más occidental).






13. Las observaciones de Cavanilles, doscientos años después. Bancaja, 1997

“El paisaje de la Vall de Seta está dominado por los cultivos de almendros y olivos; destacan las pequeñas poblaciones muy bien cuidadas, con casas cómodas en las que es posible pernoctar. Hoy es una gran suerte para el viajero “perderse” por estas tierras. Junto a todas las bellezas posibles de la cultura rural del Mediterráneo, hay que añadir el placer de comer los sencillos platos de la gastronomía local”.

“Famorca es punto y aparte. Constituye el mejor escenario paisajístico del pasado de las tierras alicantinas, comparable con las del Rincón de Ademuz en Valencia y con las de la Tinença de Benifassà en Castelló”.


14. Sebastián Miñano. “Diccionario Geográfico estadístico de España y Portugal”, 1826

“Provincia de Valencia. Partido judicial de Alcoy, 39 vecinos y 188 habitantes, 1 parroquia, 1 pósito. Dista 17 leguas de la capital y 3 de la cabeza de partido”.



15. Madoz. 1843

(Madoz - Diccionario geográfico-estadístico-historico de España, 1843)

"Famorca: lugar con ayuntamiento en la provincia de Alicante (10 leguas) partido judicial de Callosa de Ensarriá (5 leguas) audiencia territorial, capitanía general y diócesis de Valencia (16 leguas). Está situada casi en el centro del valle de Ceta: le combaten los vientos del N y E, su clima es frío y sano. Tiene 40 casas de pobre aspecto y una iglesia dedicada a San Cayetano, aneja de la parroquia de Facheca. El término confina por el norte con el valle de Lahuar (part de Pego), Este con Benigembla y Castell de Castells, Sur con Beniardá y Oeste con Facheca y Tollos. En su radio se encuentran algunos montes poblados sólo de matas bajas. El terreno es áspero aunque no enteramente estéril, pues se crían en él viñedos, buenos sembrados y algunos olivos. Los caminos son escabrosos. La correspondencia se recibe de Cocentaina dos veces por semana por un encargado que nombra el ayuntamiento.

Producción: Trigo, escanda, vino, aceite y legumbres. Sostiene poco ganado lanar y cabrío, y caza de perdices. Industria: la agrícola. Población: 45 vecinos, 204 almas. Capital productivo: 285,400 rs. de vellón. Capital imponible: 9,237 rs . de vellón. Contribución: 2,500 rs. de vellón”.



16. Orozco. 1878

Pascual Orozco Sanchez, en 1878, en el Libro “Manual Geográfico Estadístico de la Provincia de Alicante”, hablando de Famorca dice: 

“En el famoso valle de Seta, circuido de elevados montes, se halla situado el lugar que nos ocupa, con clima fresco y saludable. Separado de Alicante 55 kilómetros, 27 de Callosa y 104 de Valencia, circúndale al norte el valle de Laguart, al este Benichembla y Castell de Castells, al sur Beniardá y al oeste Facheca y Tollos. Componen el lugar 66 edificios, que ocupan 312 habitantes. Entre sus casas debemos mencionar la iglesia dedicada a San Cayetano, con un coadjutor, la casa ayuntamiento y dos escuelas dirigidas por D. José Bonastre, a que asisten 14 niños y Dª María Teresa Rives, con 16 alumnas.

El término comprende 142 hectáreas de tierra campa, que a pesar de ser áspera, debido al celo de sus moradores, produce trigo, aceite, legumbres y vino, también los montes encierran en su periferia 160 hectáreas en donde nace el taray, las "alihagas" y demás arbustos comprendidos en la denominación de monte bajo.

Tienen asiento en su radio 15 moradas, que como las del lugar, indican ser las de labrador sobrio. Casi por completo carece de vías de comunicación, si se exceptúan algunas veredas que las lluvias ponen intransitables.

Fundaron los árabes este lugar de cuyo poder pasó al rey de Aragón en el año 1254. En el año 1794 tenía 30 vecinos. Su escudo de armas es el nacional”.

(Las 142 hectáreas que cita como tierra “campa”, esto es “cultivable”, parecen muy pocas)








17. Nicolás Serrano. 1881

Nicolás María Serrano. "Diccionario universal de la lengua castellana, ciencias y artes" 



(Nicolás María Serrano - Diccionario universal de la lengua castellana, ciencias y artes, 1881)


18. Pablo Riera. "Diccionario Geográfico" 1883.

“Famorca. Lugar con ayuntamiento, al que se hallan agregados 13 edificios, viviendas y albergues aislados. Cuenta con 284 habitantes y 76 edificios entre habitados e inhabitados.

Organización Civil. Corresponde a la provincia de Alicante, al Distrito de Denia para las elecciones a diputados provinciales y al de Villajoyosa para las de Cortes.

Organización Militar. Cuartel General de Valencia y Gobierno Militar de Alicante.

Organización Eclesiástica. Pertenece a la diócesis del arzobispado de Valencia y tiene iglesia parroquial dedicada a San Cayetano, que es aneja de la de Facheca, y se halla servida convenientemente.

Organización Judicial. Hállase adscrito al Partido Judicial de Callosa de Ensarriá, de donde dista 28 kilómetros, a la Audiencia de lo criminal de Altea y a la Territorial de Valencia, distando 88 kilómetros de este último punto.

Organización Económica. Para el pago de sus contribuciones depende de la Delegación de Hacienda de la provincia.

Servicios Públicos. Recibe y emite correspondencia por carretera de Villena a Alcoy y Játiva a Alicante, estafeta y posta de Cocentaina.

Obras públicas y medios de comunicación. Los únicos caminos con los que cuenta este lugar para sus arrastres y comunicaciones son locales y en bastante mal estado.

Instrucción Pública. Sostenida de los fondos del municipio hay una escuela para niños y niñas, a la que asiste un número regular de alumnos.

Artesanía, oficios, industria. La única industria de esta localidad es la agricultura.

Población. Ninguna importancia ofrecen los 63 edificios que la forman, muchos de ellos de pobre aspecto y de muy sencilla construcción; los modernos que hay, que son en corto número, no sobresalen gran cosa de la generalidad citada.

La Casa Consistorial y la Iglesia Parroquial no hacen más que responder en lo posible a las necesidades de su objeto.

La población se halla surtida de aguas para el consumo doméstico.

Situación geográfica y topográfica. En el famoso Valle de Seta, rodeado de elevados montes, hállase situado este lugar, sirviéndole de límites por el norte, los del Vall de Laguar, perteneciente al partido judicial de Pego; por el este, los de Benichembla y Castell de Castells; por el sur el de Beniardá y por el oeste, los de Facheca y Tollos.

El término comprende 142 hectáreas de tierra campa, que aún cuando bastante áspera, merced al trabajo de estos naturales tórnase en fértil, produciendo trigo y legumbres y dando lugar, por efecto de sus plantíos respectivos, a la elaboración de vino y aceite.

Las 160 hectáreas comprenden también sus montes, poblados de monte bajo que no sirven más que para pastos y leñas”.


19. Figueras Pacheco, 1915

Figueras Pacheco, en la Geografía General del Reino de Valencia, en 1915, describía a Famorca así:

“1. Descripción. Famorca. Lugar distante 20 kilómetros de Callosa y 79 de Alicante. Su término municipal ocupa una superficie de 996 hectáreas y limita: al N. con Tollos, al E: con Castell de Castells, al S. con Beniardá y Confrides y al O. con Facheca.

Famorca es un lugar formado sólo por dos calles: la del Horno y la de Salamanca. Está situado entre los montes de Serrella y Alfaro, en el valle de Seta, por donde discurre el río de este nombre.

Según la estadística de 1910, el número total de edificios y albergues del término de Famorca asciende a 96, de los cuales, 1 es de un piso, 37 de dos, 40 de tres o más y 18 calificados simplemente de albergues. Su agrupación y clasificación por entidades es la siguiente: Famorca, lugar, 78 edificios; diseminados, 18 albergues. El número total de edificios en el año 1900 era de 93.

2. Notas históricas. A fines del s. XVIII, Famorca no tenía más de 30 vecinos. En 1847 el número de éstos era de 45.

3. Población. Según el censo de 1910, la población de hecho es de 235 habitantes y la de derecho de 307. En 1900 la de hecho era de 266 y la de derecho de 298. Con arreglo a la estadística de instrucción elemental, saben leer 2 varones y 5 hembras; saben leer y escribir, 10 varones y 13 hembras y no saben leer 120 varones y 116 hembras.

4. Riqueza y tributación. Los promedios de riqueza agrícola en el quinquenio de 1908 a 1912 son los siguientes: Superficie cultivada: 200 Ha, todas de secano. El cultivo del olivar ocupa 10 Ha produciendo anualmente 2000 pesetas; el viñedo, 20 Has. y 5000 pesetas; el trigo, el maíz, la cebada, la avena y las legumbres, 20 Has y 5000 pesetas. La superficie inculta asciende a 796 hectáreas. Faltan algunos datos. La riqueza zootécnica es, aproximadamente, como sigue; Número de cabezas de ganado: asnal, 20; caballar, 0; mular, 30; vacuno, 0; cabrío, 200; lanar, 200; cerda, 20; aves de corral, 200; palomas, -; conejos, 300. La medida usual de la tierra es la hanegada, de 831 metros cuadrados.

Contribuciones en 1913: rústica 2375 pesetas, urbana 209 pesetas, industrial 22 pesetas.

5. Organización. El ayuntamiento se compone de seis concejales y su presupuesto es de 3433 pesetas, destinándose 361 al contingente provincial. Hay una escuela de niñas. La iglesia está dedicada a San Cayetano y es un anejo de la parroquia del Espíritu Santo de Facheca. El correo está a cargo de un peatón.

Itinerario desde la capital: Carretera de Játiva a Alicante 51 kilómetros, de Callosa a Alcoy, 15. Camino, 13 . Total 79”.

(Nota: erróneamente dice que el río Seta pasa por Famorca).


20. Diccionario de 1917 (Revista de bibiotecas, archivos y museos)




21. Vicente Castañeda, 1919. 

(“Relaciones geográficas, topográficas e históricas del Reino de Valencia”. Editada en Valencia en 1998, que publica las hechas por Tomás López según un interrogatorio del año 1787):
“Famorca: El lugar de Famorca, distante quatro quartos de Castells, entre Norte y Occidente, tiene por Occidente el monte de Serrella y por Norte el monte llamado Alfaro de quatro quartos de largo. Su término regular, plantado de olivos y tierra de labor (..) Facheca y Famorca, lugarcillos conjuntos, hacia el mediodía, distantes de Parcent tres leguas, situados entre dos montes, el uno hacia el Norte, que se intitula Sierra Mayra, hacia el Mediodía otro, que se llama Serrella, monte muy elevado, encima una casa de nieve, tiene a las paredes, cada uno, su fuente perenne. Tiene un barranco, que divide un lugarcillo de otro; su camino real para su entrada”.



22. Carreras Candi. 1920. 

(CARRERAS Y CANDI, Francesch - Geografía General del Reino de Valencia, 1920).

“Famorca. Lugar distante 20 kilómetros de Callosa y 79 de Alicante. Su término municipal ocupa una superficie de 996 hectáreas, y limita: al N., con Tollos; al E., con Castell de Castells; al S., con Beniardá y Confrides, y al O., con Facheca. Famorca es un lugar formado solo por dos calles, la del Horno y la de Salamanca. Está situado entre los montes ...”.


23. Sanchis Sivera. “Nomenclator geográfico eclesiástico de los pueblos de la Diócesis de Valencia”. 1922 

"Famorca: Lugar de 289 habitantes, del arciprestazgo de Callosa de Ensarriá, anejo de Facheca desde que se erigió en parroquia independiente, y constaba de doce casas de cristianos nuevos. Entonces se construyó la iglesia, que está aún dedicada a San Cayetano. Fue del Marqués de Guadalest y últimamente su señorío lo tenía el Marqués de Ariza”


(Sanchis y Sivera, José- Nomenclátor, 1922)



24. Diccionario Espasa. 1924

“Famorca: Municipio de la provincia de Alicante que consta de 96 edificios y albergues y 307 habitantes, según el censo de 1910. Se compone del lugar de su nombre y de 18 edificios y albergues aislados; 255 habitantes según el censo de 1920. Está situado en el valle de Cete (Ceta) y rodeado de montañas. En su término se producen: trigo, aceite, legumbres y vino. Debe su fundación a los árabes y Jaime I el Conquistador se apoderó de él en 1254.”


25. Diccionario Geográfico de España. 1958

“Famorca: Municipio y lugar de Alicante, Partido judicial de Callosa de Ensarriá, a 102 kilómetros de la capital y 80 de la cabecera de Partido. Estación de ferrocarril más próxima: Alcoy, a 33 kilómetros. 
680 m. de altitud. Extensión 9, 96 km2, 38º43´53´´ N. y 3º26´24´´ E. Hoja 821 (plano)
El término es muy accidentado. Destacan los montes denominados Serrella y Faro. Lo bañan los barrancos de Famorca (afluente del río Valleseta), de la Era, de la Fuente y del pinar. 800 Ha. de terreno, poblados de pinos, romero, aliaga, estepa y salvia. Zorros y caza menor.
Una Ha. de terreno de regadío, que se riega con agua de pozos, produce patatas, tomates y hortalizas. En secano se destinan 70 Ha. a olivos, 130 a almendros y 24 a trigo. Los índices de producción por Ha. son: Olivos: 5 Qm., almendros, 5 y trigo, 10. El viñedo ocupa una Ha. que produce 15 Qm. de fruto al año.
Ganadería: 45 cabezas de ganado mular, 1 de asnal, 30 de cerda, 200 de lanar, 80 de cabrío, 500 gallinas, 400 conejos y 10 colmenas. Tres almazaras.
Carretera de Cocentaina a Parcent. El servicio de correos está atendido por un peatón.
La población es de 190 habitantes. Se registra emigración a Francia. Consta el pueblo de 74 edificaciones destinadas a vivienda y 9 a otros usos, en compacto. Fiestas del 6 al 8 de agosto en honor de San Cayetano. Se bailan las danzas típicas. Dos posadas. Una escuela mixta. Los servicios sanitarios, al igual que la asistencia religiosa, están atendidos desde otros pueblos”.

(Erróneamente dice que el Barranco de Famorca es afluente del Río Valleseta.)
(El informante fue Emilio Vidal)




26. Diario Información. 9 de marzo de 1958



27. Pepe Ferrer. Diario Ciudad. 2 de agosto de 1990

“Es pequeña, menuda, bonita y apacible, fresca en verano y dura, que no triste, en las largas noches de invierno.
Está tan mal comunicada que, ciertamente parece la pariente pobre de la montaña, pero tiene un encanto especial que toda Famorca así, sin más, en las estribaciones de la Serrella, toda Famorca, ya digo, parece como entresacada de una novela de Rafael Pérez y Pérez o de una acuarela de Mila Santonja, donde todo, la armonía, la sencillez, la plástica, el sosiego, la paz y hasta su luz, su policromía de verde oliva esperanza, (que ya vendrán tiempos mejores) parecen aquí más especiales, más entrañables y auténticos...
Porque Famorca es, sencillamente, un poco ese pequeño pueblo que a todos nos gustaría tener y con el que, seguro, hemos soñado más de una vez, aunque tenga inviernos “crudos” y unos atardeceres deprimentes, máxime ahora, en vísperas de Fiesta, con la práctica totalidad de su término calcinado por el fuego y máxime ahora que sus dos principales recursos, la aceituna y la almendra, están de capa caída, pero aún así, Famorca, el pueblo entero, es una eterna postal, el pasaje de una novela, lo bello y lo irrepetible, lo sencillo y lo efímero, una acuarela....
Una tierna y sencilla promesa de fiesta, que en Famorca es todo un símbolo de buen hacer de sus gentes, de su sencillez y de su armonía, por eso, estos días, la diversión, el júbilo, la fiesta con mayúsculas, está más que asegurada”.


28. Diario Ciudad. 8 de agosto de 1993

“Es casi una acuarela, una pincelada de luz y color que le ha salido a la Vall de Ceta, pequeña y menuda, tranquila y apacible, más que coqueta, porque Famorca es en definitiva, uno de esos pequeños paraísos, prácticamente desconocidos de la montaña, casi virgen, que desgraciadamente sólo es noticia en los telediarios cuando hay algún incendio forestal y el gris púrpura de la ceniza invade toda la belleza del valle, que están las sierras de alrededor, que dan pena....
Tiene también unas calles estrechas y empinadas, casi de postal (....) Así es un poco Famorca, pequeña, pero grande de corazón, tranquila, grata y acogedora, auténtica, una monería que hay que visitar aunque esté un poco alejada, porque vale la pena el viaje, la excursión, máxime estos días que está en fiestas y todo el pueblo es como una pincelada dibujada en el paisaje, pero no la toquéis que así es Famorca...”


29. Pepe Ferrer. Diario Ciudad. 1 de agosto de 1996.

“La belleza más pintoresca del interior más profundo.

Más que adosada o encunada en sus faldas, Famorca es por su belleza y singular configuración, a los mismos pies de la Serrella, allí donde forman como una encrucijada el Valle de Seta con la Sierra de Alfaro y la propia Serrella , en cuya cima dicen que hasta es posible avistar las costas de Ibiza en los días más claros.

De origen musulmán, hay también expertos que relacionan el vocablo Famorca con un viejo nombre o significado árabe relacionado con la obtención del aceite, que como la almendra aquí es de una calidad suprema, porque Famorca es como un Belén, una postal de singular belleza, auténticamente pintoresca y señorial, lo más bello del interior más profundo de la montaña alicantina, que con tan sólo setenta habitantes es un remanso de paz y sosiego, si bien en verano las calles del pueblo adquieren una fisonomía inusual que nada tiene que ver con el duro invierno, porque a Famorca en verano se va sobre todo a disfrutar de la bonanza de las temperaturas, porque por la noche refresca y las mujeres, guapas a rabiar, han de tirar mano de la rebeca.

Formó parte del antiguo señorío de los Guadalest y posteriormente de los Ariza y fue Parroquia de Facheca hasta 1953, aunque su Iglesia, dedicada al patrón, San Cayetano, data de finales del siglo XVI. Y, para los amantes de la Naturaleza, hay que señalar que desde el pueblo, se pueden realizar varias excursiones, aunque conviene apretarse bien los machos, porque todas son de pronunciadas pendientes, tanto a la Font del Anouer o a la Malla del Llop, en la propia cima de la Serrella que es un poco como la madre protectora de Famorca y también a L´Avenc, una vieja cueva de más de treinta metros de profundidad en cuyas paredes hay estalactitas.

Hay igualmente en el pueblo preciosas casas solariegas que confieren a su arquitectura un encanto especial, gran tradición por la caza y la pelota valenciana y ¿cómo no?, gran predicamento por la paella y las carnes a la brasa, que el visitante podrá degustar en Casa Pura, al principio de la preciosa y empinada calle de Salamanca, que viene a ser como el corazón de ésta pequeña y coqueta localidad del más puro interior, duro, pero también encantador, sensual y diferente”.

(Nota: Tres puntualizaciones: el señorío no era de los Guadalest, sino de los Cardona, que así se apellidaban los marqueses de Guadalest; por otra parte, la Font no es del Anouer sino “de la Noguer”; y el bar Casa Pura no está a en la calle Salamanca sino en la calle del Horno.)


30. Isabel Sánchez. Diario Ciudad. 1 de agosto de 1998

“El cielo eres tú.
Recibes al visitante con tus dos brazos abiertos de par en par. Aun si se trata de alguien que todavía no te conoce en profundidad, tú le envuelves cálidamente entre “El Faro” y “la Serrella”, rodeándolo y embriagándolo de tu perfume a sosiego y a paz. Y sólo tú eres capaz de hablar de tradición porque cada movimiento tuyo, cada paso de tus habitantes, tiene ese dulce sabor de lo antiguo, lo tradicional, de aquello que se ha curtido con el paso del tiempo pero que todavía logra cautivar y enamorar.
Y la verdad es que deberíamos agradecer el tener la posibilidad de dar un simple paseo por tus calles, porque de este modo descubrimos algo que a la gran mayoría de los mortales les está vedado: el hecho de que el cielo no está tan lejos como parece, el hecho de que el cielo eres tú”.


31. Famorca en el recuerdo. Bernat Capó.

“Famorca en el recuerdo.
La noticia, aparecida, días atrás, en estas mismas páginas, relativa al pueblo de Famorca y a la disminución, lenta e implacable, de su censo, hasta convertirlo en el farolillo rojo de la provincia, me causó una fuerte impresión, grata al tiempo que triste, pero de una tristeza muy lejos de la nostalgia, mucho más cerca de la memoria de juventud, puesto que los amigos se hicieron presentes agolpados, lejos de la suavidad con que se fueron construyendo los recuerdos, con el paso de los días y las horas. A Famorca en la comarca del Comtat, en la Vall de Seta, llegué, por vez primera, como una visita más de un plan trazado en el despacho del entonces director de este periódico que nos acoge, Timoteo Esteban Vega, zamorano, maestro en ironía castellana. Su encargo consistió en mi obligación -aceptada con verdadero placer- de escribir un reportaje semanal de todos y cada uno de los pueblos alicantinos visitándolos directamente, unas veces -las menos- utilizando el taxi, otras en moto -siempre como paquete, porque nunca he sido capaz de dominar el invento- y en algunos casos muy concretos, si la distancia no levantaba un muro infranqueable, haciendo camino al andar con acento machadiano. En alguna que otra ocasión -muy pocas, por cierto, y siempre que hubiera taxi por medio- me acompañó el pintor amigo Gastón Castelló que ilustraba la primera página del suplemento especial de los domingos y no precisamente en consonancia con el trabajo escrito. Gastón iba a lo suyo, tomaba notas, trazaba apuntes, recomendaba algunos encuadres al compañero Ángel García que emprendió, con entusiasmo, estos viajes literario-gastronómicos y acabó dejando en manos no tan profesionales, pero muy voluntariosas la tarea de poner imágenes a mis palabras.
El pueblo se convirtió en punto clave de mis viajes por la zona. A la hora de "l'esmorzaret", que no es lo mismo que el almuerzo, procuraba estar cerca de Famorca, fuera solo o en compañía, y hacer la parada y fonda obligatoria en el lugar. Será un tópico, tal vez, pero cada uno de nuestros pueblos puede alardear de poseer el secreto de la elaboración del embutido, porque en todos los casos, aun utilizando las mismas especias, el resultado es diferente. Por lo que se refiere a la butifarra o morcilla, en general toda es excelente, aunque es justo proclamar que la que se elabora en la comarca marinense ha sido la que mayor fama alcanzó y ello debido, más que a su excepcional calidad, a la facilidad del transporte que los pueblos de La Marina tenían, mientras que, en el interior, los desplazamientos resultaban incómodos y onerosos. Durante mucho tiempo la sobrasada fue punto y aparte. Tárbena se llevaba la palma por aquello de su origen mallorquín, pero el resto de los pueblos de los valles gozaban del mismo predicamento, dado que, en gran mayoría, sus habitantes eran el resultado de la repoblación que trajo hasta nuestra tierras la mano de obra procedente de las baleares y muy especialmente de la isla grande, hasta tal punto que, a lo largo y ancho de esa amplitud geográfica, es corriente el dicho que pone de relieve su ascendencia: "Per aquí, entre moriscos i mallorquins, tots som cosins". Sin duda ninguna árabes y cristianos supieron encontrar, en nuestra tierra, el camino de la convivencia. Como yo encontré en Famorca un lugar de encuentro, incluso en mi caminar solitario. Siempre hubo consenso generalizado a la hora del primer yantar del día, máxime si añadíamos la incomparable salmuera a base de pimientos, tomates y guindillas en fresco y verde. He dejado para el final el recuerdo imborrable del compañero y maestro Pepe Vidal Massanet, nacido en Albany, la capital del estado norteamericano de Nueva York, pero de hondas raíces famorquinas, siempre dispuesto a poner su moto -y su pericia- a mi disposición en mis aproximaciones a su pueblo querido. Toda esta película de recuerdos ha ido pasando, por mi mente, proyectada por una sencilla noticia en la prensa sobre la aminoración del censo de un lugar cuya singularidad se concreta en un puente -frontera real entre la vida y la muerte- sobre el barranco que sirve de lecho al río de los tres nombres -Castells, Xaló, Gorgos- que busca la libertad a lo largo del curso hasta lograr su luminoso encuentro con el mar”. 

(Bernat Capó, 13 de enero de 2008)



32. Manuel Pinto en "Un paseo por la Vall de Seta”. Revista "Sarrià", 2013.



33. Manuel Serrano



“Iglesia de San Cayetano

Famorca es un municipio perteneciente de la provincia de Alicante, situado al norte de la provincia, en la comarca del Condado de Cocentaina.

La iglesia es citada por Madoz : “y una igl. Dedicada á San Cayetano, aneja de la parr. de Facheca”. (1)

«Famorca, lugar de 289 habitantes, del arciprestazgo de Callosa de Ensarriá, anejo de Facheca desde que se erigió en parroquia independiente, y constaba de doce casas de cristianos nuevos. Entonces se construyó la iglesia, que está aún dedicada a San Cayetano. Fue del marqués de Guadalest, y últimamente su señorío lo tenía el marqués de Ariza.» (2)

«Famorca era un lugar de moriscos con 12 o 26 fuegos (3), según las distintas fuentes, ubicado en el Valle de Seta entre las montañas Serrella y Alfaro. Después de la conquista de Jaime I formó parte de la baronía de Guadalest y fue sucesivamente propiedad de los Cardona -Sancho de Cardona, almirante de Aragón, era Marqués de Guadalest en 1542-, Palafox y Arteaga.

Eclesiásticamente era anexo de Facheca (arciprestazgo de la Serrella, de la comarca del Comtat) desde la creación de ésta como parroquia en el arreglo del patriarca Ribera de 1574. Famorca se erigiría como iglesia independiente 1953.

Un primer templo parroquial, bajo la advocación de San Cayetano, sería construido a finales del siglo XVI sobre la mezquita musulmana. [...] La actual iglesia es, probablemente, del siglo XVIII. La última reconstrucción se llevó a cabo 1912». (4)

(1) Pascual Madoz.Diccionario geográfico-estadístico-histórico de España y sus posesiones de Ultramar. Madrid, 1845-1850.

(2) José Sanchis y Sivera. Nomenclátor Geográfico-Eclesiástico de los pueblos de la Diócesis de Valencia. Valencia 1922.

(3) Robres Lluch, R. Catálogo..., da 11 para 1563 y 26 para 1602. Este incremento de población tan notable en sólo 39 años, no se explica si no se contabilizan en el primer caso el núcleo principal de la población, y en el segundo si se contabilizan también las casas aisladas.

(4) Monumenta archivorum Valentina, XI. Facultad de teología “San Vicente Ferrer”. Inventari dels arxius parroquials de la Marina Alta. Valencia 2010.


34. Sansalvador i Cortés. 1924

Sansalvador i Cortés, Juan y Justo – Canciones de Cocentaina, 1924, (Memòries de Missions de Recerca, dos músicos que visitaban los pueblos recogiendo canciones antiguas)
“Famorca. 26 de agosto. Al amanecer, camino de Famorca entre las montañas de Serrella y del Faro. Estamos dentro del valle fluvial del Jalón que desemboca en Jávea. ¡Qué maravilla nos ofrece el panorama! ¡Por qué no apreciar esto que tenemos en nuestra casa!
Al mediodía ha habido un baile a petición nuestra. Se ha danzado la antigua jota de esta comarca por personas mayores de treinta y cinco años. De manera que todavía está viendo en la generación de los treinta y cinco años hacia adelante. Es muy bonita y presta a los bailadores motivo para su lucimiento artístico. Fageca y Famorca, dos pueblos hermanos: pero el uno arisco y malpensado, el otro tratable y noble. De Famorca guardaremos buen recuerdo”.

(“Fageca i Famorca, dos poblets germans; però l´un esquerp i malpensat, l´altre tractable i noble. De Famorca guardarem bon record”)


35. "Años y leguas" de Gabriel Miró, 1928




36. Martí i Gadea. 1908


Joaquín Martí Gadea (1837-1920), nació en Balones y se ordenó sacerdote. Escribió muchos libros y habló mucho de Balones y del Valle de Seta. No le debió de ir muy bien en Famorca, pues los comentarios que hace son excesivamente críticos con el pueblo, aunque a los otros pueblos del valle no los deja mejor. El desprecio y los insultos a los pueblos del valle y la falta de educación con sus habitantes son difíciles de entender en un personaje tan intelectual como él. No obstante, citaré lo que dice de Famorca, que como está en valenciano antiguo, lo intentaré traducir después.

Cuando se refiere al valle de Seta, en uno de sus poemas dice:

“ma patria amada, á qui desige mes sòrt que la que ha tengut dast´ara”.


37. Joaquín Martí Gadea. Sermón de San Cayetano

“Sermó a Sen Gayetano, en Famorca” 

“Animalia ibant et redibant” “Anaven animals y tornaven besties” (Sagrá Escritura)

“Devots fills de Famorca : Ya sabéu que tots los añs vinc aposta per predicarvos lo sermó de Sen Gayetano; poro enguañ podéu fer la creu, perque yo veig que gaste molta saliva dechuna y masa pólvora en salves, dientvos lo que vos convé, y vosatros érre que érre, ni m´heu agraiu ni tampoc s´asmeneu chens; al revés, de cad´añ anéu més torts...........Més que yo, vos coneixia segurament, chermans meus y filles de vostres mares, la Sagrá Ascretura, cuant ya vos va aplicar aquelles paraules: Anaven animals y tornaven més animals encara; pos pa voatros vaen ser dites per l´Asperit Sant. Poro no´s ancara asó lo mes mal; lo pichor es que pa voatros no hiá may asmena. Debaes vos predique yo tots los añs, tal dia com hui, y el pare Retor de Facheca, qu´astá ben repantigat en aquella cadira, tan gort y tan bledá, tira lo fel tots los dumenches, venint a dirvos Misa y fentvos una plática; voatros, com si foreu burros de riata, mix, mix, per la una m´entra, y per l´atra m´ix, y es que sou tan carrasqueños y teniu l´ascorfa tan dura, que per mes furgaes que vos peguen, may vos poden fer sanc. Cregaume, de res en faria cas, ancara qu´anguañ em tornareu á fer la llechea de donarme deu reals del sermó, sent aixina que val mich honsa, si s´avera de pagar bé, aixó em te a mi ansense cuidao: lo atre, lo atre es lo qu´em pica y em te consumit, y em lleva tot lo gust que tinc de vindre á Famorca. Si a lo manco fereu com els de Gata, que tots, gatets y gosets, es vaen convertir per los pedrios del padre mosen Rafel de Denia, y en poc temps deixaren l´Asglesia feta un ascla d´or, cosa qu´abans pareixia un raboser de negra y fumá qu´estava, tira que te vas, tot es podria donar per ben ampleat; poro voatros no sou d´eixe calibre, y primer es deixareu capolar que traure un diner rovellat pa fer res del món. Ara mateix; ¿cuántes voltes vos tinc de dir que del fem que deixeu peder p´els carrers, si l´arreplegareu y el venguereu, es podria fer una Pietat, y comporteu primer qu´es florixca y qu´els ascaravats el fasen tot á pilotes, fentli fer també dos papers al pobre Sant Cristo de la segrestia? ¡Pos quin atra! També estic ya cansat de advertirvos que no tingau que matar estos dies birres flaques y modorres, totes cansaes de parir, perqu´aixo es una pesta, y així no pot vindre cap de presona indesent á les festes, pues totes cahuen malaltes de curseles ó van llargues de vareta, com em va sosuir á mí també l´añ pasat, per volerme quedar á dinar en casa del alcalde, qu´era Chimo del Recordi; mes voatros , com siu¨diguera á la paret, de cad´añ em mateu mes; y tot ¿per qué? Perque vos dolen les auvelles bones. Poc se lleva de Balones, que no mes maten per Sen Francés animalets casolans, gorts com á teixonets, que tenen una carneta qu´es desfá en los dits de tendra y bona qu´es. També vos tinc dit que les butses ó ventresques de les auvelles machorres que mateu, no les tireu a l´aixida del poble, sinos que les colguéu ben fondes en los bancals perqu´els gosos ya sabéu que van á menchárseles, y con s´anredren les pates en elles y les duen arrastrant p´els carrers, tot s´ompli de forum, de manera que no hiá qui habite per así dins de tanta escorrupsió; y voatros seguiu la mateix sempre, quedantvos tan frescs com unes camarotjes. Així mateix vos ha repetit deferents voltes que criareu un gatet pera l´Asgleisa, que fora femelleta, pos els masclets en ferse fradins y vindre lo mes de Chiner, tots ells tenen mal de quixal y ya no fan bondat; y sobre saber voatros masa que fa falta, pos así dins tot está minat de rates y ratolins, tan descaraes y descarats, que dasta sen puchent davant de tots els altars, com hua vist yo prou voltes dient Misa, en tot y en aixó nou fet encara perquisa de ú. ¿Y a que´aguardeu, deixats mes que deixats?. ¿Per acás voleu qu´el millor dia alguna ratota d´eixes es pose també á dir Misa?. Pos mireu, sos perills corren...”


Traducción:

“Sermón a San Cayetano, en Famorca

“Animalia ibant et redibant”
“Iban animales y tornaban bestias”. Sagrada Escritura

"Devotos hijos de Famorca:
Ya sabéis que todos los años vengo aposta, para predicaros el Sermón de San Cayetano, pero este año podéis “hacer la cruz”, porque veo que gasto mucha saliva para nada y demasiada pólvora en salvas, diciéndoos lo que os conviene, y vosotros “erre que erre”, ni me lo agradecéis ni tampoco os movéis nada, al revés, cada año más torcidos.... Más que yo, os conocía seguramente, hermanos míos e hijos de vuestras madres, la Sagrada Escritura, cuando ya os aplicó aquellas palabras: “Iban animales y volvían más animales todavía”, pues para vosotros fueron dichas por el Espíritu Santo. Pero no es eso lo peor, lo peor es que para vosotros no hay remedio. A veces os predico yo, todos los años, tal día como hoy, y el padre rector de Fageca, que está bien repantigado en aquella silla, tan gordo y tan ufano, echando la hiel todos los domingos, viniendo a deciros misa y haciéndoos una plática; vosotros como si fuerais burros de reata “mix, mix, per la una m´entra, y per l´atra m´ix” (“por un oído me entra y por el otro me sale”), y es que sois tan “carrasqueños”y tenéis la corteza tan dura, que por más pinchazos que os peguen, nunca os pueden hacer sangre. Creedme, de nada de esto haría caso, aunque este año me volveréis a hacer la fealdad de darme diez reales por el sermón, siendo que, si se tuviera que pagar bien, vale media onza. Eso, a mí, me tiene sin cuidado: lo otro, lo otro es lo que me pica y me tiene consumido, y me quita todo el gusto que tengo de venir a Famorca. Si por lo menos hicierais como los de Gata, que “todo perro y gato” se convirtió, por las predicaciones del padre Mosen Rafel de Denia, y en poco tiempo dejaron la iglesia hecha una lámina de oro, cosa que antes parecía una zorrera de negra y ahumada que estaba, “tira que te vas”, todo se podría dar por bien empleado Pero vosotros no sois de ese calibre, y antes os dejaríais despedazar que sacar un dinero oxidado para hacer nada del mundo. Ahora mismo, ¿cuántas veces os tengo que decir que la basura que dejáis perder por las calles, si la recogierais y la vendierais, se podría hacer una Piedad?.¿Y que la quitarais antes de que se florezca y que los escarabajos la hagan toda a pelotas, sirviéndole también para un arreglo al pobre Santo Cristo de la Sacristía?. ¡Pues, qué otra!. También estoy ya cansado de advertiros que no tenéis que matar estos días ovejas flacas y modorras, todas cansadas de parir, porque esto es una peste, y así no puede venir ninguna persona decente a las fiestas, pues todas caen enfermas de diarrea o van “largas de vareta”, como también me ocurrió a mí el año pasado, por quererme quedar a cenar en casa del alcalde, que era Ximo del Recordí; pero vosotros, como si se lo dijera a la pared, cada año me matáis más; y todo, ¿por qué?, porque os duelen las ovejas buenas. Poco os parecéis a Balones, donde para San Francisco sólo matan animales caseros, gordos como tejones, que tienen una carnecita que se deshace en los dedos, de tierna y buena que es. También os tengo dicho que las tripas y despojos de las ovejas “machorras” que matéis, no las tiréis a la salida del pueblo, sino que las colguéis bien en el fondo de los bancales, porque, ya sabéis, que van los perros a comérselas, y como se les enredan las patas en ellas, las llevan arrastrando por las calles, y todo se llena de mal olor, de manera que no hay quien viva aquí dentro de tanta corrupción; y vosotros seguís con la misma de siempre, quedándoos tan frescos como unas “camarrojas”. Así mismo, os he repetido diferentes veces que criéis un gatito para la iglesia, que sea hembra, pues los machos, al crecer y venir el mes de enero, todos ellos “tienen dolor de muelas”, y ya no hacen nada bueno; y vosotros sabéis, demasiado, que hace falta, pues aquí dentro todo está minado de ratas y ratones, tan descaradas y tan descarados, que hasta se suben encima de los altares, como yo lo he visto bastantes veces, diciendo misa, y a pesar de todo, todavía se nos hacen pesquisas. ¿Y a qué aguardáis, dejados más que dejados?. ¿Acaso queréis que un buen día una rataza de esas se ponga a decir misa?. Pues mirad, ese peligro corremos....”

Este Sermón, o lo que sea, se publicó en el año 1891, en el libro “Encisám de totes herbes”.


Otra versión,

“Sermons sense Ave María.

Sermó a Sen Gayetano, en Famorca”.
“Animalia ibant et redibant” . “Anaven animals y tornaven besties” (Sagrá Escritura) .

“Devots fills de Famorca : Ya sabéu que tots los añs vinc aposta per predicarvos lo sermó de Sen Gayetano; poro enguañ podéu fer la creu, perque yo veig que gaste molta saliva dechuna y masa pólvora en salves, dientvos lo que vos convé, y vosatros érre que érre, ni m´heu agraiu ni tampoc s´asmeneu chens; al revés, de cad´añ anéu més torts. Ara com siu ´veguera, astaréu asperant que vos diga moltes coses de vostron patró, poro no sabéu com yo ha´stat malalt d´un vespér qu´em va eixir así darrere l´aspinás, qu´em fea vore les estreles al ple de michorn, y no astic ancara pera estos trots ni pa bromes d´estes. Contentause, pues, en lo que vos donen, y no vullgáu tráureli tot lo suc á la taroncheta, que yo no puc fer milacres ni vull ferne tampoc sense llisensia de Deu. La vida del sant no´s menester tocarla, perque yo ya séque la teniu tota ella decorá y sabuda per la punta dels dits; lo que vos fa falta es fer lo qu´ell feha y lo quevos dic yo. Y per si ya no vos anrecordeu d´anguañ, vos ho aniré desmenusant, com qui augruna sigrons ó guixes, y llamprés de mastegaro bé, vos ho anaré posant en la boca á punt d´angoir, perque voatros sou tan rucs, que si no vos ho donen tot en cullereta, es quedéu en dechú y no compreniu una cota de res. Eixa será la tema de lo meu sermó, si Deu em dona achudes y m´asestix la Mare de les Angusties de Callosa d´Ensarrellá, de qui sabéu que yo soc molt devot y vullc també que voatros heu sihau, pa que no premeta que mos vechám tan angustiats com la pobreta d´ella es va vore, y yo al flix puga aixirme en bé de lo sermó, y á voatros també que vos siga profitós. Recomanemse primer y resemli un credo al Santo Cristo de Calp, que va suar sanc cuant á la guerra dels fransesos, com dihuen les beatetes del meu poble.

Animalia…atsétera. Animals… y lo demás qu´ixca.

Més que yo, vos coneixia segurament, chermans meus y filles de vostres mares, la Sagrá Ascretura, cuant ya vos va aplicar aquelles paraules: Anaven animals y tornaven més animals encara; pos pa voatros vaen ser dites per l´Asperit Sant. Poro no´s ancara asó lo mes mal; lo pichor es que pa voatros no hiá may asmena. Debaes vos predique yo tots los añs, tal dia com hui, y el pare Retor de Facheca, qu´astá ben repantigat en aquella cadira, tan gort y tan bledá, tira lo fel tots los dumenches, venint a dirvos Misa y fentvos una plática; voatros, com si foreu burros de riata, mix, mix, per la una m´entra, y per l´atra m´ix, y es que sou tan carrasqueños y teniu l´ascorfa tan dura, que per mes furgaes que vos peguen, may vos poden fer sanc. Cregaume, de res en faria cas, ancara qu´anguañ em tornareu á fer la llechea de donarme deu reals del sermó, sent aixina que val mich honsa, si s´avera de pagar bé, aixó em te a mi ansense cuidao: lo atre, lo atre es lo qu´em pica y em te consumit, y em lleva tot lo gust que tinc de vindre á Famorca. Si a lo manco fereu com els de Gata, que tots, gatets y gosets, es vaen convertir per los pedrios del padre mosen Rafel de Denia, y en poc temps deixaren l´Asglesia feta un ascla d´or, cosa qu´abans pareixia un raboser de negra y fumá qu´estava, tira que te vas, tot es podria donar per ben ampleat; poro voatros no sou d´eixe calibre, y primer es deixareu capolar que traure un diner rovellat pa fer res del món. Ara mateix; ¿cuántes voltes vos tinc de dir que del fem que deixeu pedre p´els carrers, si l´arreplegareu y el venguereu, es podria fer una Pietat, y comporteu primer qu´es florixca y qu´els ascaravats el fasen tot á pilotes, fentli fer també dos papers al pobre Sant Cristo de la segrestia? ¡Pos quin atra! També estic ya cansat de advertirvos que no tingau que matar estos dies birres flaques y modorres, totes cansaes de parir, perqu´aixo es una pesta, y així no pot vindre cap de presona indesent á les festes, pues totes cahuen malaltes de curseles ó van llargues de vareta, com em va sosuir á mí també l´añ pasat, per volerme quedar á dinar en casa del alcalde, qu´era Chimo del Recordi; mes voatros , com siu diguera á la paret, de cad´añ em mateu mes; y tot ¿per qué? Perque vos dolen les auvelles bones. Poc se lleva de Balones, que no mes maten per Sen Francés animalets casolans, gorts com á teixonets, que tenen una carneta qu´es desfá en los dits de tendra y bona qu´es. També vos tinc dit que les butses ó ventresques de les auvelles machorres que mateu, no les tireu a l´aixida del poble, sinos que les colguéu ben fondes en los bancals perqu´els gosos ya sabéu que van á menchárseles, y con s´anredren les pates en elles y les duen arrastrant p´els carrers, tot s´ompli de forum, de manera que no hiá qui habite per así dins de tanta escorrupsió; y voatros seguiu la mateix sempre, quedantvos tan frescs com unes camaroches. Així mateix vos ha repetit deferents voltes que criareu un gatet pera l´Asglesia, que fora femelleta, pos els masclets en ferse fradins y vindre lo mes de Chiner, tots ells tenen mal de quixal y ya no fan bondat; y sobre saber voatros masa que fa falta, pos así dins tot está minat de rates y ratolins, tan descaraes y descarats, que dasta sen puchent davant de tots els altars, com hua vist yo prou voltes dient Misa, en tot y en aixó nou fet encara perquisa de ú. ¿Y a que´aguardeu, deixats mes que deixats?. ¿Per acás voleu qu´el millor dia alguna ratota d´eixes es pose també á dir Misa?. Pos mireu, sos perills corren; poro nans qu´aixo sosuixca, vos abandonarán a vosatros els capellans, y cuan els buscaréu no´ls trobaréu. Mes ¿qué dic? tentat astic d´avallarmen de la trona ansense acabar lo sermó, al vore lo poco fruyt qu´es trau de vosatros. No, pare Visent, no tinga per l´amor de Deu que fer aixó, saltà y digué Sento del Forriel , qu´estava sentat en los bancs, yo li promet en nom de tots els famorquins, que mudarem del tot, y serem mes bons chics de hui n´avant. ¿No ´s veritat que tots ho prometeu , paisans meus?. Masa que si, responen tots á una veu. Pos bé, ya qu´acaben de donarme paraula formal de que mudaréu, sixquera que no siga sols de camisa, y si es torneu bons chics, á lo meñs no feu chicaes, que qui ´chics es chita…ya sabeu lo demés. Poro em resele que, com á chics malcriats, cosevol dia n´hau de fer una de les vostres. Per l´amor de Deu, pues, vos ho demane, fills; si voleu honrar á Sen Gayatano, en lloc de carn de birra, que costa tant de coure, per ser dura y astopenca, matéu primaletes y borreguets casolans, que son millors y costa manco de fer la fresa. No deixéu tampoc á la vora del poble les butses ó tripes dels animals que degolleu, si no voleu que vos agarre á tots un patatús que vos s´emporte al atre barrio. Netecheuse bé eixos garrons que sempre dueu plens de faquina, y no vos sapia mal que vos ho diga, perque ya sabeu que per no havérvolos netechat dast´ara, teniu la fama de garruts en tota la vall de Seta. Cuideu mes de la pobra Asglesia, y no comporteu que les rates la tinguen feta un asco com dast´ara; una gateta poc vos pot costar, compreula y amolleula así dins, qu´encara que no li doneu á menchar en mich añ, li sobren rates pera mantindres gorda com un sanat. Tapeu bé els forats qu´eixos bichos han fet, posantli á cadascú un carbonet primer y dempues reblintlo de alcheps pastat. Les fadrines qu´agranen y netechen l´Asglesia tots los disaptes, no siga tot ferse lo moño lluent y rentarse la cara en blanc d´hou, que dende qu´usa eixa moda, non ponen les gallines prou pera delles. Y ya que teniu per patró al sant de la providensia, si voleu que vos provixca, no´l tingau á fosques en l´anda el día de la festa, com ara; espolseulo de cuant en cuant y ensaboneuli la cara, pa que fasa una miqueta de goig; talleuli també les ungles dels dits dels peus y de les mans tots los divendres, com al Nesareno de Cosentayna, y guardeu els trosets pera omplir bosetes de reliquies. Sols així vos acreditareu de bons cristians y Sen Gayatano vos lliurará les collitetes dels mals nuvols qu´ixen per la punta del Faro, y els mes añs vos fan prou la col, veentvos obligats á penchar les barres dalt l´ascudeller y pasar la cuarentena, per no havervos encomanat bona cosa á dell, ni haver fet cuant vos toca d´obligasió. En fin, ¡cuánt agraits devéu estar al sant p´el bé que vos ha fet dast´ara! ¿A que vosté no astaría també agrait á com moatros? saltá atra volta el Forriel. Sí, home, sí, tots devém astaro: sigám, pues, bons com ell, y voatros antretant ancomaneume á Deu y al sant, pa qu´anse que siga hora me s´anduguen en una bolaeta al cel y á vosatros vos fasa uns sants, poro que no porteu dechuni. Amén Chesus, y …prou pera hui”.


Este texto parece muy interesante desde el punto de vista lingüístico, según señala Jordi Colomina en el nº 11 de la Revista Caplletra (otoño de 1991):



Martí Gadea - Ensisám de totes herbes, 1891:

















38. Martí Gadea. Burrimaquia alicantina.


Martí Gadea, en 1904 todavía publicó un librito al que tituló “Burrimaquia alicantina”, que pretendía ser un largo poema en verso, y donde se burla despiadadamente de todas las gentes del valle. Dicho poema trata de una reunión de todos los burros del valle, y de paso aprovecha y llama burros a todos los habitantes de estos pueblos, y va criticando a la gente de cada pueblo, y a muchos con nombres y apellidos, representados cada uno de los personajes en sus respectivos burros. Todo va con segundas intenciones y, aunque a veces la burla está encubierta, otras está dicha directamente.

Los que fueron a esa reunión de burros, se supone que eran los más ricos de cada pueblo. De Famorca fueron: 


“De Famorca el Forriel,
casa el Recordí major,
i ú que talla el bacallar
hui per tot este contorn”

(“De Famorca, el Forriel,
los de la casa del Recordí mayor,
y uno que hoy corta el bacalao
por todo este contorno”)

Dominguez Moltó (“Martí Gadea, su vida y su obra”. Alicante, 1981)dice que: Cuando habla del Forriel se refiere a José Masanet, labrador, que se dedicaba también a hacer carbón, y que tenía mucha gracia para contar cuentos, de tal manera que cuando llegaba a las fiestas de los pueblos todos iban a escucharle, dejando a veces sóla a la Banda de Música en la Plaza. Cuando habla del Recordí se refiere a otro José Masanet, labrador acomodado, que tenía otros dos hermanos llamados Vicente y Francisco. Un hijo de José, llamado José Masanet Gil, conservó el apodo del padre. Cuando habla de uno que cortaba el bacalao, se refiere a Joaquín el Blanco, conocido también por el Baratero. Dice que era un hombre “templat” y muy agradable en el trato. “Cortar el bacalao”, figuradamente, significa “sobresalir entre otros en talento o habilidad”).

Pone en boca de Recordí la defensa de los intereses de los famorquinos, a los que se les llama como apodo “mallorquines”, como si éso fuera un insulto, y también “garruts”, apodo que al parecer se comparte con los de Fageca:







“-Vinga per últim Famorca
y parle el Recordí major.
-Ja tinch ganes, senyor Fèrri,
de parlar en la sesió,
puix son tantes les baldòries
que ha tengut que ouir de tots,
que necesite dir algo
pa salvar el nòstre honor.
En los pòbles d´ahí baix
mos dihuem á lo millor,
qu´els d´asi dalt som garruts,
mallorquins y qué sé yo....
y no sé perque mos traten
en tanta desatenció,
sabent que tots tením garres
y més avall els talons,
y qu´els bòns fills de Mallòrca
els subdits més lleals són.”


(-Venga, por último Famorca, y hable el Recordí mayor.
-Ya tengo ganas señor Ferri, de hablar en la sesión, pues son tantas las abundancias que he tenido que oir de todos, que necesito decir algo para salvar nuestro honor. En los pueblos de ahí abajo, nos dicen a lo mejor, que los de aquí arriba somos “garruts”, “mallorquins” y qué sé yo…..y no sé por qué nos tratan con tanta desatención, sabiendo que todos tenemos piernas y más abajo los talones y que los buenos hijos de Mallorca, los súbditos más leales son)


Seguían los versos así: 

“–No prengues per un desprèci,
Recordí, la satisfacció
en que así baix vos traten
desde´l més gich al major;
això es degut al carácter
que así tenim de guasóns,
que de nosatros mateixos
es burlèm en ocasións.
Per lo de més, vos volém
igual que volém a tots,
desijantvos tant de bé
com als més volguts de tots.
- Em done per satisfet
de la sehua esplicació,
y dich dels burros del Vall
que sou els més bòns de tots,
puix no´s barallen com atres
en tindre quatre rahons,
sinó que al instant els pasa
y s´apacigüen del tot;
per això al govèrn demane
més ajuda y protecció,
pera no morirmos d´asco
del mon en este racó.
- Amén. Deu que t´escolte
y á tots els de la reunió,
y que milloren els temps
pa que no siguen tan borts”


Más adelante, siguen hablando de temas relacionados con Famorca:














“-¿Y de Famorca hia algú
que alegue cap de rahó?
-El Forriel, senyor Fèrri,
diu que si está molt queixós
dels qu´es burlen del seu pòble,
d´asi baix, y no sab qui son.
-¿Y qué vòl que yo li fasa?
Serán burros cap y tot.
-No senyor , quie son persones
que tenen pèus y mans dos.
-¿Y es pòt saber de qu´es burlen?
-Yo me crech que sí, senyor.
Puix en Famorca li fem
á sen Gayatano gloriós,
tots los anys festes lloídes,
com en la Vall saben tots,
y com venen forasters
dels pòbles d´ese contorn,
matem molts crestóns y birres
pa que pròu carn menjen tots,
y com el pòble es giquet
y hia pòchs alrededors,
les butses solém tirarles
pròp dels mateixos cantons,
arrocegántles els gosos
per los carrers y per tot.
Este descuyt de mosatros
d enseguida una pudor,
que no´s pòt eixir de casa
de forúm y corrupció;
debáes ho reprén sempre
lo pare predicaór,
mosatros en llòch d´esmena
de cad´any ho fem pijor.
El cas es qu´un gran belitre,
apofitant la ocasió,
pa fisgarse de mosatros
en molt marcada intenció,
ha compost en moltes salses
un llarch romanç ó sermó,
tractanmos als famorquins
de burros, bruts y bacons.
Yo ja sé que soch un ase,
d´eixos de boç y albardó,
que no mereixch tan sòls res;
pero al meu poblet, senyor
si qu´em sab mal qu´el roceguen
y li traguen els faldons
al ayre, sense trellat
ni mica de compasió.
¿Qui pòt aixó prendre en calma
per més qué siga un liló?
Si sabera qui hua fet
y qui ha segut el graciós
no sòls un parell de coces
li pegaría, sinos dos.
-Un nuch al rabo en seguida
li faries ben re gròs,
pera qu´es burlara més
de tú y dels famorquins tots.
Déixan estar, Forriel,
pels gastos, que la rahó
no vòl força y tú ja sabs
que´n la present ocasió,
ni la tens tú ni Famorca,
segons aseguren tots.
El que á mí no me respècta
no dech respetarlo yo,
y vosatros teníu la culpa
de que vo se burlen tots,
per voler ser tan arréu,
mateix en parlar qu´en tot.
Si fóreu tan aseats;
tan llestos y tan dotors
com els de Benimasòt, 
no vo se burlarien, no..."

Traducción:

(“-¿Y de Famorca hay alguno que alegue alguna razón?.
-El Forriel, señor Ferri, dice que está muy dolido de que se burlen de su pueblo, desde aquí abajo, y no sabe quiénes son.
-¿Y qué quiere que le haga?. Serán burros al fin y al cabo.
- No señor, que son personas que tienen pies y manos dos.
-¿Y se puede saber de qué se burlan?.
-Creo que sí, señor. Pues en Famorca le hacemos a San Cayetano glorioso, todos los años lucidas fiestas, como en el valle saben todos; y como vienen forasteros de los pueblos de este contorno, matamos muchos machos cabríos y ovejas viejas para que coman todos suficiente carne; y como el pueblo es pequeñito y hay pocos alrededores, las tripas solemos tirarlas cerca de las mismas esquinas, arrastrándolas los perros por las calles y por todo. Este descuido de nosotros hace enseguida un olor que no se puede salir de casa de mal olor y corrupción; a veces lo reprende siempre el padre predicador, y nosotros en lugar de enmienda, cada año lo hacemos peor. El caso es que un gran bribón, aprovechando la ocasión, para burlarse de nosotros, con muy mala intención, ha compuesto con mucho detalle un largo romance o sermón, tratándonos a los famorquinos de burros, sucios y cochinos. Yo, ya sé que soy un asno de esos de bozal y albarda, que no merece nada, pero a mi pueblo, señor, sí que me sabe mal que lo restreguen y le saquen los faldones al aire, sin sentido ni un poco de compasión. ¿Quién puede tomarse eso en calma por más que sea un tontorrón?. Si supiera quien lo ha hecho y quien ha sido el gracioso, no sólo un par de coces le daría, sino dos.
-Un nudo en el rabo, enseguida, le harías bien grande, para que se burlara más de ti y de todos los famorquinos. Déjalo estar, Forriel, por los gastos, que la razón no quiere fuerza y tú ya sabes que en la presente ocasión ni la tienes tú ni Famorca, según aseguran todos. Al que no me respeta, yo no debo respertarle, y vosotros tenéis la culpa de que se os burlen todos, por querer ser tan descuidados, tanto en el habla como en todo. Si fueráis tan aseados, tan listos y tan curiosos como los de Benimasot, no se burlarían, no”)


39. Martí Gadea. Troços i mosos. 1906.

Martí Gadea, todavía en 1906 se atrevió a escribir sobre “les festes de Famorca” en otro libro suyo llamado “Tròços y Mosos”, que cito a continuación y que en parte recogen Mas y Monjo (“Per poblar lo Regne de Valentia. L´emigració mallorquina al País Valencià”.Mallorca, 2002) y donde hacen constar “que el gentilicio “mallorquí” va asociado a valoraciones negativas: miseria, avaricia, poca higiene y tozudería”. Observemos que escribe con mallorquinismos para hacer más burla todavía y que llama “garruts” y “mallorquins” despectivamente a los famorquinos y, para finalizar, da a entender que “llevan los tobillos sucios”, pues escribe que los llevan “calçats: calzados”.

Hablan dos personas de una carta que han recibido desde Famorca:

“Les festes de Famorca.
De lo poblet de Famorca
una carta he rebut hui,
en qu´el Forriél em conta
les festes que fan allí.
Yas, Sènto, lo patracòl,
y vejes si atinar pòts,
per tals ganjos de cresòl
lo que díu eixe albercòch. 
Masa sabút tenim ya
lo qu´els garruts sòlen fer;
pero el tornaro á saber
crech que además no será.
Llig, puix, llig lo paperòt,
y vejám en un menút
lo que de net ó de brut
mos pòsa aquell gicotòt.
. . . . . . . . . . . .

-Famorca d´Agost á sèt,
del qu´els patriòts destinos
mos rig en pròu desatinos,
afectant orde y concèrt.
Sapies tú, amich Masiá,
qu´esta gent hui es torna loca
de tant que bada la boca
no més de tabalejar.
Puix com sols un día al any
vé no més Sen Gayatano,
dende´l més gich al més gran
tots procuren be el pasarlo.
Per una part la guitarr
y per l´atra el dolçayner,
puto qui es lleva primer
més gran rúa de la cara.
Respècte a carn no´t dich res…
trenta birres tením mòrtes,
unes penjant á les pòrtes
y atres en mig dels carrers.
De la Esglesia, sòls ha oít
que mos vé el pare Retor,
y un Flare predicahor,
que dihuen qu´es molt lloít.
Lo que tòca el pipantero
en la plaça l´ha vist yo,
y els juahors y els boueros
tots están ahí al cantó.
Esta vesprá, tinch entés,
que gran provesó farán,
y al sant en andes traurán
per les places y carrérs.
Y á la nit, si ´l temps ho vòl,
y l´alcalder no diu res,
botarán dempuix de un bòl
piuletes de á dos dinés.
En fí, dances, llumenaries,
canet y bureo en plé,
les giques molt apanyáes,
y els hòmens mirantles bé.
El Forriél, pos, t´aspera,
si no pòt ser hui, demà,
qu´esta festa durará
una semana sancera.
Así, en pau, julles y pá
estos díes pasarém;
divertimse ja qu´estém,
que la mòrt ella vindrá.
No ´t dich res més, Masianet,
pásau bé, y dona recahos
á Jusèpa y à Marquét,
Concepció y Desamparáos.
. . .. . . . . . . .

-¿Qu´et pareix, Sènto, t´agrá
com s´explica el paixarell?.
- Lo que veig qués un gat vell
d´els que ara pòchs ni hia.
Poro per més bòna manya
qu´es dona en lo tal escrit,
lo qu´es á mi no m´enganya,
lo millor éll no hu ha dit.
La intenció li se coneix;
com parla dels famorquins,
voldría que foren fins,
y els pinta com li pareix.
¿Per qué no conta el forum
que despedix lo carnús;
capáç de dar patatús
estant encara ben lluny?
¿Per qué no conta també
lo que fan els mallorquins,
de tirar les butses sempre
á les vòres dels camins?
¿Y et pareix que deu deixarse
lo que diuen de les rates,
que dins l´Esglesia á riates
van en Misa a pasejarse?
¿Pos qu´et diré de les birres,
cabres y ovelles majores
que maten pera estos dies,
totes flaques y modorres?
¿No´s còsa de ferne cas
el vore qu´eixa gentòla,
cuan vol omplir la bartòla(1)
ja no té fato en lo nas? 
- Aném, confesa, Masiá,
qu´el Forriél es agút,
pero que ara no ha pogút
á matros pegármola.
Ell volía fermos creure
qu´els de Famorca son uns,
y que atres son mos fa veure
este sigle de les llums.
- Jasco ha tengut, poro avant;
ja qu´es la primera encara…
pera que no hu senta tant,
li se dona per pasada.
-Y tu, pa acabar así,
si es que ten vas á Famorca
pensa que hiá mal camí
y no vajes en la fosca.
¡Ah! y si per acás pregunta
si ham recibit lo seu part,
contèsta y disli que tart;
més no noménes la junta.
Perque si aplega á saber
lo que jo y tú d´éll ham dit,
va á pegarte un esclafit,
y á tráuret fòra al carrer.
¡Deu mos guarde d´eixos gansos
qu´els garróns duhuen calçats!
¡Pareixen borregos mansos,
poro,…fuiglos els costats!”

(1)(Querrá decir “barjola”)


“Las fiestas de Famorca. Del pueblecito de Famorca, he recibido hoy una carta, en la que el Forriel me cuenta las fiestas que hacen allí. Ñas, Sento, el mamotreto, y mira si puedes atinar por tales ganchos de candil lo que dice ese albaricoque. Demasiado sabido tenemos ya lo que “els garruts” suelen hacer, pero el volverlo a saber creo que no será de más. Léelo, pues, lee el papelote, y veamos en un minuto lo que de limpio o de sucio nos pone aquel muchachote:
-Famorca, a siete de Agosto, del que los patrios destinos nos rige con bastantes desatinos, afectando al orden y concierto. Sabes tú, amigo Masiá, que esta gente hoy se vuelve loca de tant que abre la boca sólo de tocar el tambor. Pues como sólo un día al año toca San Cayetano, desde el más chico al más grande todos procuran pasarlo bien. Por una parte la guitarra, por otra el dulzainero, puto quien se quita antes más grande arruga de la cara. Respecto a carne, no te he dicho nada….treinta ovejas viejas tenemos muertas, unas colgando en las puertas y otras en medio de las calles. De la iglesia sólo he oído que nos viene el padre rector, y un fraile predicador, que dicen que es muy lucido. En lo que respecta al pipantero (1), en la plaza lo he visto yo, y los jugadores y los pastores de buheyes, todos están ahí en la esquina. Esta tarde, tengo entendido, que harán gran procesión, y sacarán al santo por las plazas y las calles. Y a la noche, si el tiempo lo quiere, y el alcalde no dice nada, saltarán desde un cuenco cohetitos de los de dos dineros. En fin, bailes, iluminaciones, bailes en grupo y mucha juerga, las chicas muy apañadas, y los hombres mirándolas bien. El forriel, pues, te espera, si no puede ser hoy, mañana, que esta fiesta durará una semana entera. Aquí, con paz, chuletas y pan, estos días pasaremos; divirtiéndonos ya que estamos, que la muerte ya vendrá. No te digo nada más, Masianet, pásalo bien y dále recuerdos a Jusepa y a Marquet, Concepció y Desamparados.
- ¿Qué te parece Sento, te gusta cómo se explica el pajarito?.
- Lo que veo es que es un gato viejo, de los que ahora quedan pocos. Pero por más buena maña que se da en lo que ha escrito, lo que es a mí, no me engaña, lo mejor él no lo ha dicho. Se le conoce la intención, como habla de los famorquinos querría que fueran finos y los pinta como le parece. ¿Por qué no cuenta el mal olor que despedía la carroña, capaz de dar un patatús incluso estando bien lejos? ¿Por qué no cuenta también lo que hacen los “mallorquins” de tirar las basuras siempre en las orillas de los caminos? ¿Y te parece que debe dejarse lo que dicen de las ratas, que dentro de la Iglesia van en reatas a pasearse durante la Misa? ¿Pues qué te diré de las ovejas viejas, cabras y ovejas mayores que matan por estos días todas flacas y modorras? ¿No es cosa de hacer caso el ver que esa gentuza, cuando quiere llenar la barriga ya no tiene olfato en la nariz?.
-Vamos, confiesa, Masiá, que el forriel es agudo, pero que ahora no ha podido pegárnosla a nosotros. El quería hacernos creer que los de Famorca son unos, y que otros son nos hace ver este siglo de las luces.
- Chasco me llevo, pero adelante; ya que todavía es la primera…para que no lo sienta tanto se le da por pasada.
-Y tú para acabar aquí, si es que te vas a Famorca, piensa que hay mal camino y no vayas en la oscuridad. ¡ah! Y si por casualidad pregunta si hemos recibido su parte, contéstale y dile que tarde; pero no nombres la reunión. Porque si llega a saber lo que tú y yo hemos dicho de él, va a pegarte un golpetazo y a sacarte fuera a la calle. ¡Dios nos guarde de esos pánfilos que los tobillos llevan calzados! ¡Parecen borregos mansos pero….húyeles los costados!”.

(1) Pipantero era una persona que iba por los pueblos y llevaba un juego de apuestas que se llamaba el pipante.


40. Martí Gadea. Tipos, Modismes i Còses rares i curioses. 

Martí Gadea, aún sacó otro libro en 1906 que se llamaba “Tipos, Modismes i Còses rares i curioses de la tèrra del Gé”, y aquí todavía sigue criticando a Famorca y a todos los pueblos de alrededor, saliendo especialmente mal parados los de Castell de Castells. Va contando historias de los pueblos y contaré alguna, por dura que sea:



“El mercat de Famorca. 
Es molt celebrát desde antich en tota la vall de Çeta, juçgat de Cocentayna, pero no té de mercat més qu´el nòm, perque´s un poblet com el puny y allí no s´acòsta una rata, á no ser en les festes de Sen Gaetano. Lo qu´es qu´els pòbles de baix han volgut sempre guasejarse en ell, y ja á mijant del sigle dènau el tío Camba, de Balones, solía adormir a la sehua neteta cantorrujant: 

“A la mehua Catalinagna, 
en anar s´ahuelo al mercat de Famorca, 
li comprará una siná de gats y gates”

Com á còsa, puix, curiosa y que revèla el carácter humoristich dels nòstres vells, li doném así cabuda, afegintli esta cansó. 

“Eixe mercat de Famorca
es còsa d´algún guasó,
puix ni existix ni ha existit
més qu´en la imaginació”.

Y ja sabém tots lo que sòl ponderar y remontar les còses quant ella está de tava y li pega per bromejar. No debáes descendím dels mòros, que son mestres consumats en eixa matèria”


Traducción:
“El Mercado de Famorca: Es muy celebrado desde antiguo en todo el valle de Seta, juzgado de Cocentaina, pero no tiene de mercado más que el nombre, porque es un pueblo como el puño y allí no se acerca una rata, a no ser en las fiestas de San Cayetano. Lo que pasa es que los pueblos de abajo han querido siempre guasearse de él, y ya a mediados del siglo XIX, el tío Çamba, de Balones, solía dormir a su nieta canturreándole: “A la mehua Catalinagna, en anar s´ahuelo al mercat de Famorca, li comprará una siná de gats y gates.” Como es cosa curiosa y que revela el carácter humorístico de nuestros viejos, le damos cabida aquí, añadiéndole esta canción: “Eixe mercat de Famorca, es còsa d´algún guasó, puix ni existix ni ha existit, més qu´en la imaginació”

(Ese mercado de Famorca es cosa de algún guasón, pues ni existe ni ha existido mas que en la imaginación)

Y ya sabemos todos lo que suelen ponderar y remontar las cosas cuando están cuando la cosa “está de taba” y le da por bromear. Con razón descendemos de los moros, que son maestros consumados en esa materia.”


En la obra “Ensisám de totes herbes”, Martí Gadea lo decía de esta forma:



M. Sanchis Guarner en "Folklore Geogràfic de la `Comarca d´Alcoi" recoge este dicho que ya recogía Martín Gadea:



41. Sanchis Guarner

M. Sanchis Guarner en "Folklore Geogràfic de la `Comarca d´Alcoi" cita esta copla recogida en Benilloba y, también está en el libro “Els pobles valencianes parlen els uns del altres”, de Sanchis Guarner:


“Benillup, Benimarfull,
Benimassot, Billeneta,
Balones, Quatretondeta,
en Tollos, que beure vullc;
Fageca, Famorca, vullc,
en Benasau xiques guapes;
Gorga, Benilloba i Ares
per passar-m´en al Comtat,
por Penáguila he passat”.

Esta canción la cantaban en Famorca para fiestas las personas de más edad a principios del siglo XX.

De esta canción, dice Corominas que jugando con la palabra “fa morca”, parece aludir a la sequedad de Fageca o bien a que en Fageca se vino de poca calidad. Corominas dice textualmente: “es como si dijera: parémonos en Tollos, porque quiero beber, y Fageca sólo hace “morca” (fa- morca), no da más que morcas, y sería pues una alusión al vino mediocre de aquellos viñedos que nombra Cavanilles”.


42. Sanchis Guarner. 

M. Sanchis Guarner en "Folklore Geogràfic de la `Comarca d´Alcoi" cita esta copla recogida en Benasau:



43. Sanchis Guarner

M. Sanchis Guarner en "Folklore Geogràfic de la `Comarca d´Alcoi" cita esta copla recogida en Benilloba:



44. Adolf Salvá

En el libro "De la Marina i Muntanya" de Adolf Salvá, 1988, aparece esta copla que se cantaba en los años treinta:



45. Adolf Salvá

En el libro "De la Marina i Muntanya" de Adolf Salvá, 1988, aparece esta copla:



46. Sanchís Guarner

M. Sanchis Guarner en "Folklore Geogràfic de la `Comarca d´Alcoi" recoge este dicho: 
“En Fageca són garruts,
en Benimassot, dotors;
en Famorca, mallorquins,
i en Tollos són xarradors”


47. Per estar amples

Otros dichos que se oían en el valle decían: “Per a estar amples, Famorca”, aludiendo a la poca población que siempre ha tenido el pueblo. También dicen: “Allí qui no fa oli, fa morca”.

Bernat Capó, en 1980, hace referencia a este dicho.


48. I Famorca, de Fageca

“Ares és de Benasau, Beniafé d' Alcoleja i l'Abdet és de Confrides, i Famorca, de Fageca”. (Recogido por Parés i Puntas, 1999)


49. Novela "Cara y cruz", publicada por Rafael Pérez y Pérez, en 1934.





50. Bernardo Capó

Artículo "Famorca, en las haldas de la Serrella" publicado en el Diario Información el 16 de febrero de 1958: 

"La calidad de su aceite tiene bien ganada fama.

Los tomates y pimientos en salmuera, especialidad de los famorquinos.
El viajero va a descubrirles un pueblo olvidado, oscuramente arrinconado en uno de los rincones más agrestes de la provincia. Uno ya conocía el rincón, pero guardaba celosamente el secreto de su existencia por aquello de que no le gusta que gentes extrañas vayan a turbar la tradicional calma que se disfruta en tan apartados lugares. El viajero siente por Famorca una extraña devoción que tiene su raíz en viajes anteriormente realizados y de los cuales guarda el mejor de los recuerdos. ¿Qué hay en Famorca que subyuga y atrae?. Sencillamente: soledad. pero una soledad auténtica, hecha de silencios y luz.

Para llegar a Famorca uno tiene que enfrentarse, necesariamente,con la montaña. El camino es duro por donde quiera que se vaya. el pueblo defiende su retiro de miradas extrañas, escondiéndose entre los pliegues de montes abruptos. El viajero que ha estado varias veces en la población, conoce los dos únicos caminos que llevan hacia ella. Y recomienda el que partiendo desde Benisa deja Parcent a la izquierda, se adentra por Murla y sorteando Castell de Castells lleva a Famorca. Este, dentro de su dureza, tiene la la alegre nota del verde del valle de Pop y las pinadas primerizas de baja montaña. Porque el otro, el que uno ha conocido en su reciente viaje, es tremendamente inhóspito.

Desde Alcoy comienza uno a luchar con el paisaje yermo. El monte pelado y duro asoma en cada recodo del camino como obligando al regreso, erigiéndose en defensor de la secular calma de aquellos parajes. Los pueblos que van saliendo al paso se han dormido sobre la piedra que fueron edificados y es tal su identificación con la montaña que ofrecen la impresión de que han sido esculpidos en la misma roca. (…)

Famorca se encuentra balanceándose entre la Serrella y el Alfaro. La vida –el pueblo todo- está próximo al primero de los montes donde abunda la caza y donde el sudor de muchas generaciones ha conseguido abancalar tierras que apenas producen para subsistir. La muerte –el diminuto cementerio que ha estado varios años, aunque parezca paradójico, entre la vida y la muerte, porque allí no entraba nadie- está en el Alfaro, monte pelado al que el sol le da de lleno durante todo el día y del que no se saca ni un mal manojo de esparto. Famorca, para pasar de la vida a la muerte, tiene un puente (…) En Famorca se franquea el puente muy pocas veces. Las gentes llegan a muy viejas porque el ambiente es tan sano que les permite cosquillear al siglo. Los caminantes en vez de atravesar el portón se van por los atajos que ahorran muchas horas de tiempo y, aunque parezca increíble, fatigan mucho menos. Los famorquinos son grandes andarines. Cuentan por horas sus caminatas y jamás por kilómetros, medida esa que les confunde y les hace perder tiempo. A los de Famorca no les arredra la caminata que supone ir desde su pueblo a la capital, como no les arredra tampoco tener sus buenos sesenta años para ir de un lugar a otro. Los productos de su tierra los cargan en sus jumentos y anda que andarás, hasta el mercado más conveniente, aunque esté situado a veinte horas de camino.

El viajero, que ha ido en coche y quieras que no ha causado su pequeño revuelo, se ha metido en el pueblo por la parte de atrás, por donde está el lavadero público que reúne a unas cuantas mujeres en charla sustanciosa.

Allí ha dado las buenas tardes y como en las tragedias griegas el coro de mujeres le ha contestado al unísono. Luego, como ya se sabe el camino de memoria, ha subido por la pequeña escalinata que hay junto al paredón ruinoso de un viejo trinquete de pelota gruesa y se ha encontrado frente a frente a la Serrella. La montaña allí parece que va a hundir el pueblo, pero afortunadamente es sólo un fenómeno óptico sin graves consecuencias. El viajero, como tantas otras veces que ha llegado al mismo lugar, se han entretenido mirando el paisaje verde que hay pintado en las faldas de la Serrella y el otro de colores “chuela” (acero) hacia las hondonadas. (…)

El viajero dijo al principio del reportaje que tenía sus razones para sentirse placenteramente en Famorca. Uno cree que el lector, toda vez que ha sabido de este apartado rincón alicantino compartirá su entusiasmo siempre y cuando el lector sea un poco dado a la buena vida, esa buena vida que sólo se halla en los pueblos olvidados que conservan con toda pureza sus viejas costumbres, que disfrutan de la bienaventuranza que proporciona la tranquila soledad de los campos y la abundante y sana comida. Famorca tiene todo esto”.


51. Bernard Capó. 1980

Bernard Capó escribió en 1980 "Espigolant pel rostoll morisco" donde hablaba de todos los pueblos de la Comarca.

“Entre expulsions i guerres, entre senyors i virreis, les terres deixaren de ser verges i els homes persones. A un li agradaria que no s’oblidassen els fets que confi guren la història d’un país, d’una comarca o d’un poble, perquè el seu coneixement serveix per a prendre consciència de la pròpia personalitat”.(Entre expulsiones y guerras, entre señores y virreyes, las tierras dejaron de ser vírgenes y los hombres personas. A uno le agradaría que no se olvidasen los hechos que configuran la historia de un país, de una comarca o de un pueblo, porque su conocimiento sirve para tomar conciencia de la propia personalidad” 

(CAPÓ, Bernat – Espigolant pel rostoll morisc)






52. Bernard Capó. "Espigolant pel rostoll morisco"

“Famorca. La salmorra al fons.
El viatger, caminant cap a Famorca, té companya i, per sort, simpàtica I parladora. Els dos plegats s´enfronten amb un bon grapat de quilòmetres, més o menys deuen ser vuit els que separen el poble del seu veí Castell de Castells, que és on s´ha iniciat la caminada. La marxa serà lenta per culpa del viatger, que tot ho vol veure i tot ho pregunta, i, també, perquè les cames d´un ja no estan per a aquests excessos. Tantamateix, sembla que per a la dona que l´acompanya, tot i que és una mica major, aquestes trotades són una cosa habitual, com ho són per als famorquins, la fama de caminadors dels quals està ben fonamentada sobre milers d´hores de potejar camins accidentats a la recerca de mercats on portar els modestos fruits del seu treball. I no hi ha mal que per bé no vinga, possiblement en això estiga el secret de tants anys com fan.

-No vaja tan apressa, senyora.
-És que no me n´adone, és el costum.
-Xe, seguesca vostè, que un ja arribará.
-No, home, no. L´espere.

La bona dona frena una mica el seu pas i aprofita la tranquil.litat per a enfilar l´agulla, cosa que al viatger, que és poc parlador, li ve de perles, perquè així pot mantenir-se en silenci, que és el que li agrada, i treballar fixant en la seua ment el queli van contant. I així s´assabenta que Famorca ha decaigut tant, que ja quasi no és poble; que les cases hi són, però no les gents.que sols hi resten uns quants vells, sans, això sí; que els pocs braços útils són els d´aquells que viuen tan apegats a la seua terra que se senten incapaços d´abandonar-la, malgrat que els camps són molt desagraïts a causa de tantes sequeres i de les nombroses roques que impedeixen l´aprofitament total dels bancals. I és que de tant d´esgarrapar les muntanyes, segle rera segle, les pedres han anat tornant a la superficie a milers. I a més, el poc que s´obté d´aquestes terres tan expremudes té un valor tan escàs, que a ningú no pot estranyar que les muntanyes tornen a ser el que foren.

-Mire vosté, els xiquets s´han quedat sense escola, l´església sense capellà i només tenim metge un parell d´estones a la setmana.

El viatger, més tard, ja a Famorca podrà comprovar que els xiquets, que no en són molts, han de caminar fins a Fageca, que està a una mica més de dos quilòmetres, per a tenir classe. Si la lletra amb sang ja no entra, sí hade fer-ho amb el gran sacrifici que suposa la lluita diària contra les inclemències del temps. Pobres xiquets de pobles empobrits!

Com una llegua abans del poble i segons s´avença cap a ponent, a la part dreta del camí, la serra comença a agafar un aspect cadavèric. Les nombroses coves semblen conques buides de cossos enormes. El viatger s´atura i la seua companya n´endevina el motiu.

-Aquestes coves, segons diuen, són del temps dels moros.
-És clar, és clar.

Per la comarca tot sol ser del temps dels moros. A ningú no se li passa pel cap de pensar en la possibilitat d´altres pobladors anteriors. I això que n´hi hagué. Si més no, gent de pas. I qui passa, s´hi pot quedar. No és aventurat de suposar –i si ho és demanem perdó- que per aquests llòcs passaren els exèrcits d´Aníbal camí de Roma, en aquella gegantina expedició de què ens parla la història. Va estar a Elx i consta que allí morí Amílcar, son pare. Sembla que també passà per Altea, encara que els historiadors no s´han posat d´acord a situar degudament la ciutat dels olcades que conquistà el general cartaginès dos-cents anys abans de l´era cristiana. El que sí és ben cert és que partí des de Cartagena cap a la seua meta. I com que per algun lloc havia de passar no resulta desgavellada la idea de suposar que aniria avençant per aquells llocs en què l´aigua fos abundant, ja que havia de proveir tot un exercit i cents de cavalls i els elefants. I que, passat el Guadalest, s´endinsés a la recerca del gran corrent del Xaló per a seguir fins a la vall del Girona. I així fins a atènyer el Serpis i, més amunt, el Xúquer. De riu en riu fins a Sagunt, que alli el riu fou de sang. El viatger ni traça ni deixa de traçar uns limits per al passat, sols apunta una hipòtesi sense cap rigor històric, és clar.

Però tornem als moros, que per a això caminem. La veritat és que estigueren tant segles naixent, vivint i morint per aquí, que tingueren temps de sobres per a fer tot el que se´ls atribueix i més encara. Una de les coses de més bon sabor que vàrem heretar dels àrabs –o potser dels cartaginesos? – és, sens dubte, la salmorra. I sembla que a Famorca quedà ben sedimentada la tècnica perquè, el viatger, que ha trobat molt per aquestes terres, afirma ben clarament que la d´aquest poble muntanyenc és la millor de totes les que ha provat al país. I a més, que la dona famorquina posseeix fins a tal punt el secret de la seua elaboració, que no se li escapa ni un gram de sal, ni una gota de vinagre de més. I així is la salmorra. És clar que també compten amb una aigua molt bona i un clima idoni perquè el seu èxit siga total. Per aquests llocs la salmorra per antonomàsia és aquella que podem anomenar vegetal i en la seua solució es mantenen –amb tota la seua duresa primigènia i amb un nou i excitant gust que té la virtut de posar en estat de guerra els sucs gàstrics- els pimentons, les tomaques, les penques de card i les “cornetilles”. I no és sols de salmorra l´herència, també ens deixaren cents d´oliveres, moltes de les quals segueixen donant fruits i ombra, igual que abans serviren de manteniment i sopluig als qui amb el seu esforç feren possible la seua creixença i arrelament. I ja que d´oliveres es parla, el viatger deixa anotada l´anècdota. Hi ha tantes oliveres al terme famorquí que les gents de la comarca, que no és que se les donen d´etimologistes, han trobat una feliç solució per als orígens del nom del poble: “Allí qui no fa oli, fa morca”. Fa: fa. Morca: solatge de l´oli. Famorca. La imaginació popular, una vegada més, reemplaça les llacunes de la història, o el seu desconeixement, amb la seua agudesa. I bateja amb gràcia.

Amb l´arribada al poble s´acaba la xerrada, no sense que abans la perspicaç companya del viatger li indique la forma de trobar el lloc apropiat per a tastar les botifarres -que també cal apuntar a l´arxiu gastronòmic- i la salmorra d´aquest poble. I un el troba. I es despatxa al seu gust amb el menjar meitat cristià, meitat morisc. És la pau que ha arribat per via de l´estómac.

Mentre camina pels carrers de Famorca el viatger espera de trobar un senyal, un detall, alguna cosa que recorde l´heroi local, que n´hi hagué un i de cert relleu. Però res. Cap consistori municipal no s´ha preocupat per retolar, almenys, un carrer, modest o principal, amb el nom de qui lluità valentment i capitanejà, sense èxit, la revolta dels llauradors durant els desgraciats dies de la Segona Germania. El viatger es refereix a Agustí Massanet, que en l´any 1693 tingué el valor d´enfrontar-se al Duc de Gandia, el qual, des de la seua privilegiada posició de poder, espremia les gents dels seus senyorius fins a límits insospitats. Des de la definitiva expulsió dels moriscos les cartes-pobla constituïen l´arma manejada pels senyors contra els soferts camperols. Massanet fou un dels primers que es rebel.là contra les injustes demandes. El seu origen, la seua raça, no està ben definida, però el seu gest quedà ben patent. Massanet pot ser fos fill de repobladors. El seu cognom ofereix certa confusió car entre els moriscos era freqüent el de Maysaret, que amb el temps pogué sofrir la natural transformació i produir l´equívoc. I no hem d´oblidar que amb el decret d´expulsió restaven a la zona més de dosmil xiquets menors de set anys amb permís de residència. En qualsevol cas, moro o cristià, tant se val, va ser un home honrat i un autèntic heroi que en els dies cruents de la revolta aconseguí de formar un bloc de més d´un miler d´homes que units als qui arribven des de distints llocs de la comarca , s´enfrontaren a les tropes ducals prop de Cella de Núñez on foren pràcticament anihilats. Els precs al rei i al virrei no foren escoltats. la situació s´agreujà i Agustí Massanet va passar a la presó fins que la calma tornà a les terres i pobles dels senyors.
El desé Duvcde Gandia, que aleshores era Pasqual Francesc Borja, de la família del Sant i dels Papes, a més d´avortar la insurreció, imprimí tal ritme als delmes que les gents no pogueren aixecar el cap i de pobres passaren a paupèrrims. El seu successor, amb el número onze, fou Lluís Ignasi de Borja, que si bé no dispossava ja de molta força comptà amb l´ajuda de la trista batalla d´Almansa, car les comarcans que, lògicament, estaven en contra dels Borbons, es trobaren amb una nova derrota que acabà amb la seua ja dèbil resistència. Entre expulsions i guerres, entre senyors i virreis, les terres deixaren de ser verges i els homes persones. A un li agradaria que no s’oblidassen els fets que confi guren la història d’un país, d’una comarca o d’un poble, perquè el seu coneixement serveix per a prendre consciència de la pròpia personalitat, Però tot queda en illusió, car l´apatia es generaltza i s´ensenyoreix dels esperits com la mala herba es fa l´ama dels camps. Això pensa el viatger.
I pensarós is del poble i travessa el pont que uneix les dues vores del riu que va a ser, i que abraça la vida i la mortdels famorquins perquè en una vora es viu, es lluita i es pateix i, en l´altra, entre pedres i arbres, es descansa per a sempre. Al viatger, aquest curt espai que serveix d´enllaç entre el viure i la mort li recorda el passadís venecià que travessaven els condemnats entre sospirs. Allà s´anava a la recerca de l´eternitat amb les pròpies forces, si és que en quedaven. Ací el camí es fa a muscle d´amics i els sospirs es converteixen en llàgrimes que vessen els parents sobre el llit sec d´un riu que va perdre la seua identitat i no troba ja el camí de la mar”.


53. Rafael Escobar

Rafael Escobar escribió “L’últim muetzí” y “Les veus de la vall”, publicadas en 1994 y en 2000, , donde la acción ocurre en Famorca y en los pueblos de alrededor.

En la novela “Les veus de la Vall”, imagina que un tal Ibn Moussa, tintorero de la Vila de Muro escribía sus memorias, y, al citar a Famorca escribía: “....entre les muntanyes de la Serrella i d´al-Faro, allí on s´assenta l´aldea de les Morques...”




En “Les veus de la Vall”, ambientada en el S. XVII, el argumento es el siguiente: 

“La acción se sitúa en los años siguientes a la expulsión de los moriscos. El marco geográfico es la Vall de Seta, donde los pueblos del valle y las personas son protagonistas del argumento, con una Gorga amurallada, capital de la Gobernación cristiana y unas aldeas vaciadas de moriscos que comienzan a ser lentamente repobladas por familias mallorquinas. Un día, Tomás Alzina, hijo del gobernador de la Vall, conoce a la hija de Bernat el Malacara, uno de los colonos de Famorca, y todo su mundo de seguridad comienza a tambalearse. En un escenario cerrado, vapuleado, duro, donde el pasado reclama la presencia, los dos jóvenes viven una relación amenazada por pasiones y circunstancias que escapan a su control”. 

Artur Quintana hace una recensión de "Les veus de la Vall":
"Les veus de la vall consta de tres parts. La primera, que va de les pàgines 9 a la 43, són els fragments de les memòries d’Ibn Moussa, de la vila de Muro, de la Xarquia, datades a Tunis devers l’any 1658 on es descriu com l’any 1609 tropes cristianes fan un carnatge –aquest és el títol dels fragments– entre els moriscs de la Vall de Seta, a l’actual comarca del Comtat, quan anaven a embarcar a Dénia cap a l’exili. Els fets tenen lloc vora la vila de Fageca. La segona part, molt extensa, comprèn fins a la pàgina 235 i té un total de quinze capítols. Llevat del primer on s’hi conta la infantesa de Tomàs Alzina, de Gorgos, fill del governador de la Vall de Seta en els anys immediatament posteriors a l’expulsió dels moriscs, la resta de la narració passa en poc temps, quan aquest Tomàs té quinze anys, cap al 1620.
Tomàs troba Caterina, una mallorquina que amb els seus pares ha vingut a repoblar les terres que els moriscs havien hagut d’abandonar. Els dos joves s’enamoren. Un dia Tomàs se sent atret per unes veus, com un cant islàmic, que semblen venir de dalt dels cingles de la Serrella, que tanquen pel sud la Vall de Seta. Tomàs s’hi enfila i es troba enfront d’un morisc Ibrahim Ibn Muley, deixeble del darrer ulema de Benilloba, que s’hi ha refugiat des que, malferit, va poder fugir de la matança de Fageca, deu o dotze anys abans. Un capítol és dedicat a contar la història d’Ibrahim. Tomàs, a través del que li explica aquest morisc, i per una conversa posterior amb el governador de la Vall, sabrà que el governador és realment el seu pare, però la seva mare és Meriem, una morisca assassinada llavors de la matança de Fageca l’any 1609. El governador el va salvar, quan era un infant de quatre o cinc anys, recollint-lo ferit vora de la seva mare morta. En llargs capítols és descrita la lluita interna de Tomàs entre la fidelitat al món cristià o al morisc –Tomàs es preguntarà: “Però quin és realment el meu arbre?”–, així com també la vida de Caterina i els nous colons de les Illes en unes valls on ja es va apagant el record de la presència morisca. Els amors entre Tomàs i Caterina continuen. Aquesta n’espera un fill. Bernat, el pare de Caterina, que de sempre s’ha oposat a les relacions de la filla amb Tomàs, en adonarse de l’embaràs, embogit, prepara una emboscada al xicot quan aquest baixa de la Serrella, on ha parlat amb Ibrahim Ibn Muley, el solitari morisc refugiat, per segona i darrera vegada. Poc després d’aquesta separació Ibrahim es precipita en el buit des dels cingles de la Serrella. Tomàs arriba al peu de la serra i cau en l’emboscada de Bernat que el mata i fereix Caterina que en sentir crits havia vingut corrents. Un soldat que havia de protegir Tomàs mata d’un tret Bernat. Enmig d’aquest carnatge, a tocar de Famorca, que recorda evidentment la matança de la primera part, s’acaba sobtadament el text per donar entrada a un breu Epíleg possible, o tercera part, que se situa als nostres dies. Alberto Landete, un castellà de la Manxa, capatàs d’una empresa que està construint a la Vall de Seta una urbanització, explica el que pensa sobre els valencians i la seva llengua. Apareix també un treballador algerí, Haroum, que conserva com una relíquia una clau que ha anat passant de pares a fills. Es tracta de la clau de la casa d’At Rabatil, de Travadell a la Vall de Seta mateix on ara es troba, casa que fou dels seus avantpassats, sense que ell, ni ara ni mai, arribarà a saber-ho. Haroum amb la pala excavadora és a punt d’arrencar una palmera que creix al costat d’una alzina, quan un xàfec terrible no li deixa continuar la feina. La palmera havia estat plantada quatre-cents anys abans per Tomàs complint un desig d’Ibrahim, i l’alzina per Caterina. El xàfec sobtat salva per un poc temps la vida dels dos arbres. L’endemà la destrucció haurà de continuar. Així acaba l’epíleg i la novel∙la tota".


54. Les filles del tío Furrier de Famorca
 
 


En el libro "El buscador de contes", escrito por Jordi Raül Verdú, publicado en 2015 por Ediciones Bromera aparece el cuento titulado "Les filles del tío Furrier" , con referencia a Famorca.


55. Una poesía

Gloria Moll Vidal, famorquina de nacimiento, en “Evocación a Famorca” publicado en el Programa de fiestas de Famorca de 2001:

“Cases ben blanques,
balcons i reixes,
fúcsies i geranis
que el cor alegren.
Volta redonda, 
fresqueta volta,
baix de la qual
acordellava l´home
i cosia la dona.
Font de baix
que el llavador emplena
i font de dalt
d´aigua més freda.
Esglesieta menuda
i de fe molt plena
al seu patró
que el poble venera.
Era que baties
el forment de la terra,
i a les festes acollies
música, ball i dansa.
A l´ombra de Serrella,
majestuosa muntanya,
d´escarpades penyes
i d´atracció estranya.
Allí et trobes tú,
aldeeta meua!
Aldea que enyore,
aldea que plore.
Rep les meus llaors,
besos, abraços i amors
que humil et dóna
una oriúnda teua 
que més que voler-te 
t´adora”.


56. FAGECA I FAMORCA

"Fageca és un municipi situat a la Vall de Seta, entre les serres d’Alfaro i la Serrella. El terreny és muntanyós i amb altituds bastants notables ja que pel nord-oest penetra la serra d’Alfaro, que presenta una altitud de 807 metres. El sud del terme està ocupat per la Serrella amb les altituds de Matxes, amb 889 metrres i el Pla de la Casa amb 1.378 i és de pendents molt pronunciats. Pel nord-oest i en direcció est-oest corre el riu Seta al qual aflueixen els barrancs de Ginebrar, dels Moros, Bau i Alfaro. En el terme naixen algunes fonts, entre les quals destaquen la del Rei, Davall, i de les Dues Fontetes. Sol nevar amb freqüència durant els mesos d’hivern. La superfície no conreada del terme està ocupada per pins i mont baix. Els conreus principals són: oliveres, ametllers i cereals. Hi ha dues hectàrees de terra de regadiu en què es conreen hortalisses. El poble està edificat en el vessant sud de la serra d’Alfaro. La població, depenent econòmicament d’una agricultura de secà, ha emigrat cap a nuclis industrials pròxims, actualment té uns 90 habitants. 

La parròquia està dedicada a l’Esperit Sant i pertany a l’Arxiprestat de la Serrella.
La població és d’origen musulmà, pertanyé després de la fundació del Regne de València, al marqués de Guadalest. Era annex de l’església de la vall de Seta i fou erigida en parròquia en 1574, tenia aleshores 22 cases de moriscos i se li donà com a annex Famorca. Aleshores es construí l’església, i en ser de proporcions xicotetes fou ampliada en 1745. És d’ordre compost i i el seu altar major, renaixentista. Celebra festes patronals al Santíssim Sacrament, la Mare de Déu dels Dolors i Sant Francesc Xavier el darrer diumenge d’agost i dies següents. 

Famorca es troba situat a la vall de Seta. La superfície del terme és muntanyosa, està accidentadai té al nord per la serra d’Alfaro i al sud per la Serrella. La superfície no conreada està ocupada per pinars i mont baix on es troba romer, timonet, sàlvia i altres herbes medicinals. El poble es troba en el vessant sud de la serra d’Alfaro. Durant el passat segle disminuí notablement la seua població, actualment té uns 60 habitants. La seua parròquia té per titular a Sant Caietà i pertant a l’Arxiprestat de les Valls de Pego. 

Formà part de la baronia de Guadalest, que se li va concedir a Hug de Cardona. Posteriorment passà als Palafox, marquesos d’Ariza i per últim als Arteaga, ducs de l’Infantat. Fou annex de Fageca, fins ell 29 de desembre de 1953 que es va constituir en parròquia autònoma. L’església es va construir a finals del segle XVI, essent reconstruïda en 1912. Celebra les festes patronals a sant Caietà el 7 d’agost". (Mesvilaweb, 2010) 



57. Pérez y Pérez habla de gente de Famorca.

En 1928, en la Novela "Cara y Cruz" aparece esta cita:



58. Una extraña descripción de Famorca

Los mayores dicen que veces más vale que no se acuerden de uno, y, a veces, es verdad. Citaré una descripción que hizo Rafael Coloma en el año 1957, en su libro “Viaje por las tierras de Alicante”, que la verdad, es que creo que se equivocó de localidad, pero, en fin, ahí va:

“Ni un alma en la carretera a quien decirle buenos días. Cerca de Facheca le pasamos delante a un carro desvencijado del que tira un asnillo. Empujan el carro marido y mujer, viejos ya, buhoneros que van por estos poblados de Dios ganándose como pueden el pan. Facheca y Famorca, dos pueblos encajonados entre Alfaro y la Serrella, negros ambos de tanto mirar las peñas. Casas de adobe, sin jaharrar apenas, bardas en las tapias de los corrales, tejados oscuras. Sus gentes abancalaron hasta donde pudieron barrancos y montes. Pero los campos de la cañada, secano todo, pedregal puro, están ya cansados. Poco a poco emigran los suyos. Quien pudo compró un camión y se dedicó al transporte. El ruido de la moto atrae en ellos a todo el pueblo. Las mujeres asoman curiosas en los quicios de las puertas. Los chiquillos bajan saltando de gozo las escalonadas callejas. Y los hombres, despacio, callados, se aproximan al viajero. Al partir leo en los ojos profundos de una moza un adiós melancólico y triste".

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